¿Es posible quedarse sordo por el frío? Protege tus oídos ante las bajas temperaturas
Con la llegada del invierno y las bajas temperaturas, es común que aumente la preocupación por proteger nuestro cuerpo del frío.
Sin embargo, a menudo olvidamos una parte fundamental de nuestro organismo: los oídos, que en casos extremos podrían resultar en la pérdida de la audición, aquí te contamos porqué.
¿Cómo afecta el frío a nuestros oídos?
Aunque pueda parecer sorprendente, la exposición prolongada al frío puede causar daños en nuestros oídos y, en casos extremos, incluso llevar a la pérdida auditiva.
Esto debido a que el frío puede contraer los vasos sanguíneos de los oídos, lo que reduce el flujo de sangre a esta zona y dificulta la lucha contra las infecciones.
Además, el aire frío y seco puede irritar los tejidos del oído interno y provocar sequedad, lo que aumenta la susceptibilidad a infecciones.
Incluso, la exposición al frío puede provocar otras afecciones como la otitis externa, que es una infección del conducto auditivo externo, comúnmente conocida como "oído de nadador", pero que también puede ser causada por el frío y la humedad; o el congelamiento de los tejidos del oído.
Si bien es poco común que una exposición puntual al frío cause una pérdida auditiva permanente, la exposición prolongada a temperaturas extremadamente bajas puede dañar los nervios auditivos y provocar una disminución temporal o permanente de la audición.
Ante la posible llegada de las bajas temperaturas a la Comarca Lagunera, así puedes proteger a tus oídos.
¿Cómo proteger tus oídos del frío?
Para proteger tus oídos del frío y prevenir posibles daños, es importante tomar las siguientes precauciones:
- Usa un gorro: El gorro cubre las orejas y ayuda a mantenerlas calientes. Opta por gorros que cubran completamente las orejas y estén hechos de materiales aislantes.
- Protectores auditivos: En condiciones de frío extremo, los protectores auditivos pueden proporcionar una barrera adicional contra el frío y el viento.
- Evita cambios bruscos de temperatura: Al entrar a un lugar cálido después de estar expuesto al frío, evita taparte los oídos, ya que los cambios bruscos de temperatura pueden ser perjudiciales.
- Hidrata tus oídos: Utiliza gotas para los oídos con glicerina para mantenerlos hidratados y protegerlos de la sequedad.
- Consulta a un médico: Si experimentas dolor de oído, zumbidos o pérdida de audición después de estar expuesto al frío, consulta a un médico de inmediato.
Si experimentas algún síntoma relacionado con el frío en tus oídos, no dudes en consultar a un médico, ¿y tú cómo cuidas tus oídos?