AskOne y Bremont 420 en Guatemala. Imagen Cortesía.
Y de pronto brotó el sonido. Los golpes de los bombos sintetizados en las bocinas, los hi-hat, las tarolas, los samples y bajeos sobre los ritmos. Los coros del público que abarrotó una cantina del centro de Torreón para presenciar un evento de rap. Fue la palabra hecha rima y los flows de los artistas al emitir frase tras frase. El concierto del colectivo lagunero Headz MX volvió a cimbrar a sus seguidores, a aquellos que a principios de este siglo solían cargar su walkman con canciones de Underperros o Léxico Bélico y salir a las calles de la ciudad para marcar los muros con pintura en aerosol. Pero también a aquellos que viven la cultura hip hop desde el hangar de sus jóvenes experiencias. Pasado y presente convergieron en un mismo lugar. El extrarradio, fiel a su esencia, se había revelado.
¿Qué es el hip hop? La única respuesta es tan extensa que hace parecer que la pregunta carece de ella. La forma de vida que estos individuos han elegido parece indiferente ante el elogio o rechazo de las tradicionales bellas artes y de las instituciones culturales del gobierno. No las necesitan. Ellos y ellas se apropian del talento que les dieron las calles y los golpes de la vida, alcanzando la madurez personal sin parámetros sociales. Profesionales de su campo, entienden de procesos creativos, de contactos y gestiones para sacar adelante un proyecto artístico. Así han formado una industria.
Sobre el escenario de aquel bar, una noche de septiembre, desfilaron exponentes nacionales como Bremont 420 y Geassassin, y otros oriundos de la ciudad como Ch.Bsra, Mime871 y AskOne. Todos ellos dispararon sus versos con micrófono en mano, mientras el dignatario Muers conducía el evento y Dj Rufián controlaba la tornamesa. Tras las lentes, fotógrafos como Kano de Hip Hop Laguna o Michell Torres de A Rap-per Day, hacían lo propio para congelar instantes.
El hip hop siempre ha sido una fiesta. La recurrente anécdota es el jam que Dj Kool Herc organizó en el Bronx en aquel lejano 1973, cuando la música urbana invadió Nueva York. Headz MX lo entendió bien. Reunió talento nato en el escenario y convocó a oídos serios dispuestos a divertirse y escuchar buena música.
Headz MX es la evolución de Cabezas Underground, un blog que marcó a la escena mexicana de hip hop a mediados de la década pasada. La página virtual se caracterizaba por publicar videoclips, reseñas, galerías e incluso permitía la descarga gratuita de álbumes, tanto de rap nacional como internacional. Pronto causó algarabía entre los cibernautas, se llenó de clics e interacciones. Que tu trabajo artístico se posteara allí hablaba de que habías llegado a un nivel superior. Era la época de los cibercafés, de los chats, de otras plataformas como Metroflog o MySpace, donde también se compartían pintas de grafitis o piezas musicales de hip hop.
“Pero los tiempos cambian. Tener un blog, por lo menos para una empresa hip hop, no es tan viable en tiempo y economía. Entonces, la evolución natural para nosotros fue generar nuestro propio contenido”, indicó Gerardo Méndez Acosta, más conocido como AskOne, CEO y fundador de Headz MX.
En la actualidad, ese blog se ha convertido en el sello Headz MX, en una forma de pensar. Su metamorfosis surge de la inercia que ha tenido la escena para profesionalizarse en México. En sus varios proyectos se conjuga que el arte del rap implica aprovechar tu entorno y escupirlo al micrófono. Tal como escribió Lamont ‘U-God’ Hawkins en su libro autobiográfico En carne viva: Mi viaje con el Wu-Tang Clan (Sexto Piso, 2018): “Era una manera de escapar del drama, una manera de trascender cuando nos rodeaba la lucha y la ira”.
BREMONT 420: EL PROYECTO
Bremont 420 es un artista de Headz MX originario del puerto de Veracruz. Desde pequeño se enlazó a las rimas. Improvisaba, coleccionaba casetes y discos. Pero empezó a escribir y a grabar su música mientras vivía en Montreal. Era alrededor del año 2007 y el frío clima canadiense le permitió desenvolverse en un género que, si bien nace de las calles, también exige disciplina. Así que lo entendió, asumió el compromiso y fundó una banda junto a un amigo.
Hoy Bremont se conecta en un enlace virtual desde Ámsterdam. Es de madrugada al otro lado del Atlántico. Acaba de asistir a un concierto del rapero neoyorquino Nas y la emoción no lo suelta. Es un trotamundos que en días próximos se trasladará a Roma. En septiembre pasado actuó en Torreón, luego montó en Guatemala una presentación junto a AskOne y Dj Rufián. Recuerda esa noche con aprecio.
“Fue una experiencia de mucho aprendizaje, de hacia dónde nos queremos ver. Nos quedó un sentimiento de que si podemos hacer esto podemos llegar a donde sea”, comparte el veracruzano.
AskOne, su productor, destaca sus letras, su estilo y su constancia. La alianza entre estos dos personajes surgió tras un evento en Torreón hace más de una década. Entonces congeniaron, evaluaron perspectivas. El tiempo pasó e hizo lo suyo. Hace unos años decidieron entrar juntos al estudio de grabación y crear nuevas sonoridades.
Bremont 420 ha alcanzado un nivel digno de competir contra cualquier artista nacional. Hay que analizar su presencia y el timbre de voz que coloca sobre cada ritmo. Sus letras se nutren por conocimiento callejero; nacen en su mente, pasan al bloc de notas, maduran en el estudio y salen al escenario sin titubear.
“Llegar al escenario y poder presentar los temas es la culminación de todo. Subir al escenario, ver a la gente ahí, vibrando con el tema, inclusive aunque no lo conozcan. Ver cómo vibran es lo que más me motiva”, apunta Bremont.
En plataformas como Spotify o YouTube puede apreciarse su trabajo. Destacan temas como Bersek, junto a Geassassin y Mime871 (otro de los artistas pilares del sello), con la producción de V1C3. Júpiter, en colaboración con Mime871 y Dj Jhin Stalag, sobre una instrumental de Danny Brasco. También Hustle, con Geassassin, Jay Romero y V1C3. Y la live session de Cambios.
Su más reciente sencillo titulado Obey, donde sobre un ritmo de Tali Alarcón de nuevo rapea acompañado por Mime871, arroja una lección para aquellos que erran el camino en su desesperado afán por superarse: “Aprende de esto chico / he visto a muchos morir en la calle por querer ser ricos. / Recuerda esto, chico / no sobrevive el bravo, sobrevive el listo”.
“Nosotros no queremos dar un mensaje de alentar a la gente a ser el más bravo o andar haciendo cosas tontas en la calle. Más bien siempre intentamos dar un mensaje de que la vida está ahí, pero siempre hay manera de poder salir de ahí y la única es usando la cabeza, siendo el más listo y no el más bravo”.
La frase “Torreón número uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis / No existen los cabrones que nos puedan detener”, de AskOne, aún es coreada en eventos de rap. Los nuevos trabajos de Mime871 y Bremont 420, próximo a publicar su material Morior invictus, mantienen algo de esa esencia. Ante la responsabilidad por el talento propio, una flama continúa encendida. El proyecto de Headz MX confirma que el presente no puede edificarse sin el pasado y tampoco puede existir sin el futuro.