
Imagen humansofnewyork.com.
En la era del consumo frenético de contenido, pervive un proyecto que ya lleva 15 años en pie: Humans of New York (HONY), que invita a los usuarios de redes sociales a detenerse por un momento para reflexionar sobre lo que nos hace humanos. Presente en Instagram, X y Facebook, consiste en retratos realizados por Brandon Stanton de gente que encuentra en las calles de la Gran Manzana. Cada imagen está acompañada de un fragmento de texto; generalmente una reflexión, anécdota o confesión que la persona fotografiada ha compartido con él. Esta combinación crea una experiencia de doble impacto: por un lado, la imagen captura la esencia del individuo, mientras que las palabras permiten conocer sus pensamientos, miedos y deseos.
El concepto surgió cuando Stanton, joven de Chicago que recién se había mudado a Nueva York para hacer carrera como fotógrafo, comenzó a recorrer las calles de la ciudad con la intención de capturar imágenes de sus habitantes. Su idea inicial era crear un archivo visual de los rostros de Nueva York, un proyecto ambicioso que reflejara la heterogénea comunidad que compone a esta metrópoli.
Sin embargo, con el paso del tiempo, Stanton se dio cuenta de que lo que realmente le interesaba no sólo eran las imágenes, sino las historias que las acompañaban. Así, empezó a entrevistar a las personas que fotografiaba, obteniendo relatos personales que variaban desde momentos de alegría hasta experiencias profundas de sufrimiento, lucha, amor y esperanza. Este giro narrativo transformó el proyecto, añadiendo una dimensión emocional que conectó íntimamente a los espectadores con los protagonistas de las fotos.
La diversidad de voces y situaciones en las que se encuentran los personajes de HONY refleja la pluralidad que caracteriza a Nueva York, pero también las similitudes que existen en la experiencia humana en cualquier parte del mundo. Por ello, a lo largo de los años, Humans of New York ha evolucionado de ser un proyecto centrado exclusivamente en los habitantes de esta ciudad a convertirse en una plataforma global que documenta las vidas de personas de diferentes culturas y contextos.
LA UNIVERSALIDAD DE LO PARTICULAR
Stanton ha viajado a varios países, algunos de ellos marcados por conflictos, pobreza o tensiones políticas, lo que ha transformado la dinámica de las entrevistas y las historias que se comparten. Cada cultura, contexto y situación ha influido en la manera en que las personas se abren ante la cámara, revelando aspectos de sus vidas que podrían pasar desapercibidos para quienes no comparten su misma realidad. A continuación, algunos de los viajes más significativos:
México. Con su compleja realidad social y política, nuestro país fue visitado por Stanton en 2014. Las entrevistas realizadas en diversos destinos, desde Ciudad de México hasta áreas más rurales, ofrecieron una mirada al alma de una nación que, a pesar de las dificultades económicas y los retos derivados de la violencia, mantiene una rica herencia cultural y un fuerte sentido de identidad. Muchas de las historias giraron en torno a la búsqueda de un futuro mejor. En Ciudad Juárez, por ejemplo, Stanton capturó relatos de personas que habían sido víctimas del crimen organizado. La historia de un hombre que había perdido a su hijo en un tiroteo, pero que decidió involucrarse en proyectos comunitarios para prevenir la violencia entre los jóvenes, fue una de las más representativas. En su relato, expresó que “el amor por mi país es más grande que el miedo”, un mensaje que resonó fuertemente con muchos de los seguidores de HONY.
Nepal. El viaje de Stanton a Nepal, especialmente tras el devastador terremoto de 2015, fue un capítulo importante en su proyecto. Aquí, las entrevistas se enfocaron en la conexión entre la espiritualidad y la resiliencia frente a la tragedia. En un país donde el budismo y el hinduismo desempeñan un papel central en la vida de sus habitantes, emergieron testimonios sobre la paz interior, la importancia de la meditación y la manera en que las personas encuentran consuelo y fortaleza en medio de la pérdida. Un ejemplo particularmente conmovedor fue la historia de un monje tibetano que había perdido su hogar en el terremoto, pero que no veía esto como un obstáculo, sino como una oportunidad para crecer espiritualmente. Para él, la adversidad era un medio para alcanzar una mayor comprensión de la impermanencia de la vida, un principio clave del budismo. En sus palabras, “todo lo que tenemos es momentáneo, pero el amor y la compasión son eternos”.
Irak. En 2017, durante una visita a Bagdad, Stanton tuvo la oportunidad de captar las historias de personas que habían vivido las consecuencias devastadoras de la guerra. Las entrevistas tuvieron un tono serio y reflexivo, centrado en temas de supervivencia y resiliencia. En muchos casos, los retratados compartieron sus experiencias de haber perdido familiares en los conflictos o su lucha por reconstruir una vida normal en medio de las ruinas. Sin embargo, también emergieron historias de esperanza. Una de las entrevistas más memorables fue la de un joven iraquí que, a pesar de haber crecido en un ambiente marcado por la violencia, se dedicaba a enseñar a niños huérfanos y desplazados, buscando ofrecerles una forma de escapar de la desesperanza a través de la educación.
Israel y Palestina. Aquí, las entrevistas se volvieron más complejas, ya que las personas que fotografiaba provenían de lados opuestos de una de las disputas más prolongadas del mundo. Las conversaciones en esta región reflejaron la tensión entre la identidad, el patriotismo y la lucha por la paz. En Israel, Stanton entrevistó a jóvenes que luchaban por conciliar su deseo de seguridad con su aspiración de vivir en un país que pudiera garantizar la convivencia pacífica entre distintas religiones y etnias. Por otro lado, en Palestina, surgieron relatos de resistencia, de las luchas cotidianas para vivir bajo la ocupación, pero también de una profunda conexión con la tierra y el deseo de justicia. En ambos casos, Stanton no sólo documentó las diferencias, sino también las similitudes humanas: los temores, los sueños y el anhelo común de vivir una vida libre de violencia. HONY ofreció un espacio para reflexionar sobre cómo, en medio de un conflicto, las personas siguen siendo capaces de buscar la empatía y el entendimiento mutuo, a pesar de las profundas divisiones políticas.
Es así que la característica más poderosa de HONY es su capacidad para humanizar a sus sujetos. En un mundo que a menudo simplifica o estigmatiza a las personas, Humans of New York ofrece una alternativa: ver a cada persona como un ser complejo, con una historia que vale la pena ser escuchada.