José Santos Valdés en sus 120 años
Este 2025, el profesor José Santos Valdés (JSV), ilustre lagunero, cumplirá 120 años. Los cumplirá porque sigue vivo en la historia nacional como premio a su empeñosa existencia dedicada a la pedagogía, especialmente a la Escuela Rural Mexicana. Nació el primero de noviembre de 1905 en el rancho Camargo, de Matamoros, Coahuila.
Después de graduarse en la Escuela Normal del estado en 1926 empezó su carrera magisterial en la que además de haber sido profesor, recorrió muchos rumbos del país como Director de escuelas primarias, agrícolas y normales. Lo mismo hizo como Inspector de los varios niveles de la enseñanza escolarizada. También ocupó cargos burocráticos en el aparato oficial y en el sindicalismo de los trabajadores de la educación. En 1935 redactó el manifiesto que dio origen a la Federación de Estudiantes Normalistas.
Lo antes dicho puede servir para encontrar la razón de que su impulso vital lo llevará a otros caminos como los del periodismo, la militancia política de izquierda y la literatura. El profesor JSV publicó varios libros sobre la docencia, la novela pedagógica Amelia y el ensayo Madera, de 182 páginas acerca del ataque de un grupo guerrillero de estudiantes, profesores y campesinos al cuartel militar de la ciudad chihuahuense de ese nombre.
Ejerció el periodismo de opinión en dos trascendentales revistas de circulación nacional, una llamada Política y la otra Siempre. Igualmente colaboró en diarios también importantes como El Siglo de Torreón, El Día, de la Ciudad de México y El Porvenir, de Monterrey, entre otros de diversas partes de la república.
El profesor José-Santos, como muchas veces le ocurre a la gente que se destaca (yo digo muchas veces, pero oigamos a Sor Juana: “parece máxima del impío Maquiavelo […] aborrecer al que se señala porque desluce a otros. Así sucede y así sucedió siempre”), fue amenazado y perseguido.
Cuando era Inspector de Zona de escuelas primarias en Sonora, el gobernador Rodolfo Elías Calles lo hizo abandonar el estado por ser “peligroso comunista”. Desafiando a la inexistente tolerancia democrática JSV se afilió en 1932 al Partido Comunista Mexicano.
En el estado de Durango, cuando los cristeros se alzaron en armas, pidieron que el JSV saliera de la entidad como parte de las negociaciones para acordar la paz. No me guardo que en los años sesenta, en Ciudad Lerdo, del mismo estado, lo agredieron por igual “razón”. A unos antiguos admiradores del profesor les regalé un par de cartas en las que el profesor y yo comentamos el hecho.
Todavía después de muerto el maestro ha padecido el abuso del poder oficial. Apenas en 2022, el Ayuntamiento de Ciudad Lerdo, en una acción servil, mandó quitarle su nombre a un bulevar para imponer el del gobernador de entonces. Con el fin de exigir que se corrija el atropello un grupo de profesores y ciudadanos se organizaron en el Frente Magisterial y Popular José Santos Valdés.
Por otra parte, en vida el destacado educador lagunero recibió valiosos reconocimientos nacionales. Entre ellos destaco que en 2020 el Servicio Postal Mexicano —en cuyo sitio de internet abrevó este comentario— dispuso una emisión de 200 mil estampillas con su retrato; el Congreso de Coahuila lo distinguió con la medalla Francisco Zarco; después de dos años de haberse jubilado, por acuerdo presidencial fue comisionado como Supervisor Especial de Enseñanza Normal y, en el edificio principal de la Secretaría de Educación Pública en la Ciudad de México, su busto reposa junto a conspicuos educadores mexicanos.
El distinguido lagunero de rango nacional, nacido en Matamoros, Coahuila, y radicado gran parte de su vida en Lerdo, fechó en esta ciudad el que quizá sea el más importante de sus libros, Madera. Otros lugares donde lo trabajó fueron Tenancingo, Hidalgo, y Xocoyucan, Tlaxcala.