El autor Luis Alberto Ambroggio.
Luego de doctorarse en Filosofía por el Centro de Estudios Filosóficos de Córdoba, su madre le regaló un viaje a Estados Unidos. En un principio, Luis Alberto Ambroggio (Río III, 1945) no tenía intención de migrar ni de dejar Argentina, pero en el norte del continente le surgieron oportunidades y la nación sudamericana comenzaba a vivir tiempos convulsos, en especial con el golpe de Estado que derrocó al presidente constitucional Arturo Illia en 1966. Eso, aunado a circunstancias inesperadas, provocó que el poeta se quedara a residir desde 1967 entre las fronteras que alguna vez vieron nacer a Walt Whitman y a Edgar Allan Poe.
Los primeros años le revelaron una serie de factores. Por ejemplo, en 1968, en Washington D. C., ejerció como un becario perteneciente al Programa de Liderazgo de las Naciones Unidas. Recuerda que Richard Nixon, entonces presidente de Estados Unidos, estaba interesado en promover a la comunidad hispana, específicamente en el estado de California. Fue una imagen inesperada. Los encuentros del mandatario con quienes hablaban español llamaron su atención.
“Pensaba que venía a un país anglosajón, famoso por su etnocentrismo y demás. Y la realidad era que había una población (de hispanos) en ese entonces no tan grande, pero es increíble cómo ha crecido. En aquel entonces estábamos hablando de siete a diez millones y ahora somos sesenta y tres. Esa fue la razón por la que escribí todos estos descubrimientos en mi libro”.
COMPENDIO DE REFLEXIONES
En octubre pasado, Luis Alberto Ambroggio asistió a la Feria Internacional del Libro Monterrey (FIL Monterrey), donde presentó su libro Estados Unidos hispano (Vaso Roto, 2024), un cúmulo de reflexiones esenciales para la comprensión del español en la nación de las barras y las estrellas.
El volumen contiene testimonios de varios de los instructores políticos e ideológicos de ese país, como Thomas Jefferson, tercer presidente estadounidense y considerado uno de los padres de la nación. Así mismo, el autor cita los versos de otros poetas para explicar este fenómeno como Jorge Luis Borges, Federico García Lorca, Pablo Neruda o Walt Whitman.
En el primer capítulo, titulado “Incidencia del español en Estados Unidos”, escribe que para comprender la verdadera incidencia del español en Estados Unidos, es vital recordar y conocer su historia hispana, la cual se remonta al siglo XVI, con la incursión del explorador Juan Ponce de León, quien fundó la ciudad mas vetusta de la nación: San Agustín, en el actual estado de Florida.
“Estados Unidos, cada vez más, va conociendo y reconociendo su historia hispana. Antes todo lo que se enseñaba eran cosas relacionadas con los peregrinos, con esto, con lo otro, y de repente se descubre que la presencia hispana en Estados Unidos (ha existido) desde los años 1512-1513, cuando Ponce de León va a por una especie de estados del norte, en medio del país. Y por ejemplo, que la ciudad más antigua de los Estados Unidos fue creada por los españoles, existente hasta la fecha, en Florida”.
El autor es crítico con historiadores y publicaciones anglosajonas que omiten la historia hispana norteamericana. Cita el best seller People History of the United States (2005), de Howard Zinn, donde se desconocen los asentamientos hispanos antes de la llegada de los peregrinos, limitándose a criticar los aspectos negativos de Cristóbal Colón, Hernán Cortés y Francisco Pizarro.
“Bilingüismo e identidad” es el segundo capítulo. El poeta muestra “Comunión”, un poema de su autoría y escrito originalmente en inglés, donde aborda cuestionamientos del lenguaje, el biligüismo, el biculturalismo y la identidad que él mismo ha desarrollado a partir de una experiencia familiar compuesta por tres generaciones bilingües. Otra pregunta le surge a Luis Alberto Ambroggio, una relacionada con la dirección que tomarán el bilingüismo y la identidad estadounidense. Hay que cuestionarse también cómo se puede vivir en una nación donde la lengua española es perseguida en ocasiones, acallada y denostada.
Acto tercero es “Del creador: Thomas Jefferson y el español, praxis, visión y filosofía política”. El presidente tuvo la sabiduría para comprender la importancia del idioma español luego de la Guerra de Independencia de Estados Unidos. Lector de Don Quijote de la Mancha, consideraba que era una gran riqueza tener el conocimiento de otra cultura y de otro lenguaje, que la relación con España entonces ya era vital y que sería algo que crecería con el tiempo.
“Precisamente todas las razones que tenemos hoy para seguir enfatizando importancia del español en Estados Unidos. Obviamente Jefferson lo destaca en sus cartas a amigos, parientes, como su sobrino Peter Carr, y es la la importancia del español como medio de comunicación en las Américas, con todos los países cuyo idioma oficial es el español. También con España misma, en esos momentos, era importante, porque contribuyó mucho a la Guerra de Independencia, partidaria de los Estados Unidos”.
El capítulo cuarto es dedicado a uno de sus poetas favoritos: “De su voz literaria emblemática: El elemento hispano en la nacionalidad americana según Walt Whitman y su resonancia hispanoamericana”.
Whitman ha sido juzgado por el apoyo que manifestó a la invasión de Estados Unidos a México en 1848 y a la anexión de Texas. Sin embargo, Ambroggio rescata unas palabras que le sorprendieron, donde el autor de Hojas de hierba (1855) muestra un rostro distinto: “El carácter hispano le va a proveer una de las partes más necesarias a esa compleja identidad americana”.
“Cuando las leí por primera vez, realmente me sorprendí tremendamente, por varias razones. En primer lugar, porque esto es algo que se dice a finales de los años 1800. Mucho antes de que esto fuera una realidad que se va conociendo mejor y se va promulgando, el hecho de que el espíritu hispano haya contribuido tanto a la nacionalidad estadounidense”.
Ambroggio asegura que Whitman se arrepintió de la postura que adoptó en la juventud respecto a la guerra entre Estados Unidos y México. Finalmente, el poeta concluye con “Presencia y creatividad: Estados Unidos hispano en su vida literaria desde el 1513 hasta el presente: poesía, prosa, teatro”. Se trata de un capítulo donde muestra cómo la hispanidad estadounidense se ha manifestado a través de distintas artes.
LAZOS INCUESTIONABLES
Hay quienes intentan manipular la historia, hacer que los discursos del tiempo peroren a favor de cierta ideología. Las omisiones históricas de la presencia hispana en Estados Unidos han sido ejemplo de ello. Pero no se trata de asegurar que una cultura es mejor que otra, sino de que la realidad hispana y anglosajona sean capaces de convivir. Crear un diálogo, fortalecer los lazos, como lo manifestó Thomas Jefferson.
En la actualidad, Estados Unidos es el segundo país con más hispanohablantes del mundo (62 millones), tan sólo por detrás de México (130 millones). La Oficina del Censo prevé que para el año 2050 suba al primer puesto y alcance la cifra de 132 millones de hispanohablantes.
En un restaurante de San Pedro Garza García, mientras esperaba su cena junto a los también poetas Jeannette L. Clariond y Curtis Bauer, Luis Alberto Ambroggio compartió su perspectiva de las elecciones presidenciales de Estados Unidos ante la consulta de un periodista. Abrazado a la esperanza de que Kamala Harris se alzara con el triunfo, no quería ni imaginarse qué pasaría si Donald Trump resultaba ganador.