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Nuevos modelos digitales de prosperidad: Invertir sin límites “hackeando” la mente

La tecnología desarrollada en la última década, sobre todo la inteligencia artificial, ha puesto un sinfín de herramientas financieras al alcance de toda persona con un celular y conexión a Internet.

Foto: Freepik

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MIGUEL ÁNGEL RANGEL

En la búsqueda de la independencia financiera, es importante tener claro que no se trata de acumular millones ni de perseguir un ideal de riqueza vacío, sino de construir un modelo que otorgue prosperidad con base en objetivos claros y alcanzables, pero sobre todo de lograr la libertad de elegir qué hacer con el tiempo propio, sin que el dinero dicte cada paso. 

Antes de ahondar en esto, es necesario conocer una fórmula que es el hacker perfecto para cambiar nuestra manera de pensar y descubrir los elementos claves para desarrollarnos a plenitud en todos los ámbitos de la vida. Aunque a veces todo parezca producto del azar, el éxito no es una cuestión del destino, sino de procesos simples y su sabia combinación. 

Las variantes de la fórmula del crecimiento financiero son: tiempo, dinero y conocimiento. 

El tiempo: la moneda más costosa. Es el único recurso irrecuperable. El dinero se gana y se pierde, el conocimiento puede adquirirse en cualquier etapa de la vida, pero el tiempo, una vez gastado, no regresa. Sin embargo, muchas personas lo subestiman. Se venden por un salario fijo a cambio de su tiempo, sin darse cuenta de que están intercambiando su activo más valioso por un ingreso que se devalúa con la inflación.

El dinero: la herramienta de la expansión. Por sí solo, este recurso no resuelve nada, pero bien gestionado es el catalizador del crecimiento. No es la meta final, sino el medio para adquirir más tiempo y conocimiento. El problema es que la mayoría no sabe administrarlo. En lugar de usarlo para crear activos y conseguir herramientas que nos den ventajas, se gasta en lujos efímeros que no permiten un avance. El dinero únicamente tiene valor si se usa estratégicamente para crecer; no basta con ganarlo, hay que saber multiplicarlo. 

El conocimiento: el motor del crecimiento exponencial. Este es el único activo infinito. A diferencia del dinero y el tiempo, que tienen límites, el conocimiento puede expandirse sin fin y potenciar ambos. Pero hay una trampa: la mayoría no lo busca de forma estratégica, así que termina leyendo o aprendiendo cosas que realmente no necesita. Esto se debe, en gran parte, a que se nos educa bajo un sistema diseñado para formar empleados y no inversionistas; desarrollamos habilidades que se vuelven obsoletas y nos conformamos con lo que nos enseñaron en la escuela. El conocimiento no tiene valor si no se aplica. Saber sin hacer es igual a no saber; la clave es aprender constantemente y ejecutar lo aprendido.

No hay que olvidar que el dinero no es un fin, sino un medio para el crecimiento. Foto: Adobe Stock
No hay que olvidar que el dinero no es un fin, sino un medio para el crecimiento. Foto: Adobe Stock

Entonces, ¿cómo combinar estos tres elementos? 

LA FÓRMULA DEL CRECIMIENTO FINANCIERO 

El error más común es pensar en estas variables de forma separada. Cada una de ellas, por sí sola, es valiosa, pero incompleta. Hay quien tiene tiempo y conocimiento, pero no dinero; por lo tanto, se enfrenta a la dificultad de ejecutar sus ideas. En cambio, quien posee dinero y tiempo, pero carece de conocimiento, desperdicia sus recursos en caminos errados. Y quien tiene dinero y conocimiento, pero no tiempo, se convierte en prisionero de su propio éxito. La verdadera transformación ocurre cuando se combinan estratégicamente. Por ejemplo: 

Para ganar más dinero, la fórmula necesaria es: 

Invertir tiempo + conocimiento = habilidad (de generar activos con menor esfuerzo). 

Si lo que se busca es tiempo, hay que hacer lo siguiente: 

Invertir dinero + conocimiento = inversión inteligente. Es decir, usar los recursos económicos para crecer en lugar de simplemente gastarlos. 

Pero si lo que se requiere es conocimiento, el método a aplicar es: 

Invertir tiempo + dinero = libertad. En otras palabras, obtener conocimientos para generar ingresos sin vender tantas horas de vida. 

Se puede ver de esta forma: alguien con poco capital, pero con tiempo y conocimiento, podría desarrollar una habilidad digital (como programación, marketing, trading, etcétera) y generar riqueza desde cero. Por otro lado, alguien con dinero y conocimiento, pero sin tiempo, podría invertir en negocios automatizados o en sistemas que trabajen por él. 

No se trata de cuál variable sea la más cuantiosa, sino de cómo se usan en conjunto para lograr un crecimiento exponencial. La clave es tomar acción, pues el éxito no es un golpe de suerte, es una ecuación que cualquiera puede aplicar. La diferencia entre los que prosperan y los que no, está en cómo gestionan los tres elementos mencionados. 

¿Estás invirtiendo tu tiempo en aprender habilidades valiosas? ¿Estás usando tu dinero para multiplicarlo o sólo para gastarlo? ¿Estás aplicando el conocimiento que adquieres? 

Si entiendes y aplicas estas fórmulas, dejarás de trabajar sólo por dinero y comenzarás a hacer que este trabaje para ti.

Actualmente, invertir en el mercado de valores ya no está limitado para unos pocos privilegiados. Foto: Freepik
Actualmente, invertir en el mercado de valores ya no está limitado para unos pocos privilegiados. Foto: Freepik

OPCIONES DIGITALES DE INVERSIÓN 

Nos enseñaron que la estabilidad financiera se alcanza con un buen empleo y años de sacrificio. Pero el nuevo paradigma exige movimiento, innovación y decisión. La meta no es correr más rápido en la rueda del hámster, por lo que hay que bajar de ella y empezar a construir invirtiendo con inteligencia y atreviéndose a innovar. 

El dinero es una entidad abstracta que, por siglos, ha regido el destino de imperios y sueños individuales, pero ha sido secuestrado por los mismos guardianes que prometieron protegerlo: los bancos. Sin embargo, hoy todo está cambiando. Anteriormente, era necesario contratar un bróker para invertir; para abrir una cuenta de ahorros, se requería un papeleo interminable y pasar horas con un ejecutivo bancario; para obtener un crédito, había que someterse a la voluntad de un banco que juzgaba la vida financiera del solicitante mediante parámetros anticuados. Ahora, la tecnología ha convertido esos obstáculos en reliquias del pasado. 

La era digital ha sacudido al mundo de las finanzas, rompiendo las barreras que antes limitaban la inversión a unos pocos privilegiados. Esta ya no es un juego exclusivo de Wall Street; tampoco depende de una firma bancaria o de un bróker elitista. Las oportunidades están al alcance de cualquiera que tenga un teléfono inteligente y con conexión a Internet. Desde ahí es posible acceder a mercados antes inalcanzables y multiplicar el capital. El dinero siempre ha sido un juego, pero, por primera vez, las reglas están al alcance de todos. 

Hablando de juegos, para los amantes de ocupar los momentos de esparcimiento con videojuegos, hay aplicaciones que permiten ganar dinero en esos ratos de ocio, como JustPlay o Best Play, descargables directamente desde la Play Store. Para recibir las ganancias sólo es necesaria una cuenta en PayPal, la cual se liga a una cuenta bancaria donde se podrán ver reflejados los ingresos. Estas alternativas no harán millonario a nadie, pero sí garantizan la obtención de recursos de forma divertida. 

En cuanto a sistemas tradicionales como las afores o cuentas de nómina, es posible acceder desde el celular a opciones muy cómodas para ingresar a fondos de inversión. Por ejemplo, en la app de BBVA se puede comenzar desde 50 pesos, mientras que en la de Principal se puede realizar un ahorro voluntario a partir de 250 pesos mensuales. 

También está la posibilidad en línea de iniciarse como accionista en el mercado —con inversiones iniciales que van desde los 500 pesos hasta los dos millones— y obtener rendimientos de empresas consolidadas o en expansión, las cuales buscan financiamiento para construir departamentos, hoteles, hospitales, cafeterías, etcétera. Por ejemplo, en bienes raíces destaca Crowdfunding México; basta con registrarse o descargar su aplicación para, con sólo mil pesos, incursionar en este maravilloso mundo. En Torreón, Coahuila, existe la oportunidad de ser socio de Java Times y recibir dividendos por cada cafetería que tengan o estén por abrir. 

Hay apps que permiten generar ingresos jugando videojuegos, como JustPlay. Foto: Freepik
Hay apps que permiten generar ingresos jugando videojuegos, como JustPlay. Foto: Freepik

Hay otras aplicaciones que ofrecen diversos instrumentos de crecimiento económico desde la comodidad del celular. Dedicándoles unas pocas horas al día, se pueden incrementar los ingresos. Algunas de ellas son: GBM+, Etoro, Avatrade, Hola Banco o Claro. Y para quien esté dispuesto a tomar mayores riesgos, Bitso es muy recomendable, pues es una plataforma muy intuitiva, ideal para los que empiezan en el mundo de las criptomonedas. 

EL PODER DE LA IA EN LAS FINANZAS PERSONALES 

El futuro ya nos alcanzó y el mundo de las finanzas es dinámico, accesible y global. Imaginemos un asesor financiero que nunca duerme, que analiza el mercado en segundos y que personaliza una estrategia de inversión basada en los hábitos de cada cliente, su tolerancia al riesgo y sus objetivos de vida. Estas son las capacidades de los algoritmos que han redefinido la gestión económica. Plataformas como Wealthfront, Betterment o Qapital utilizan inteligencia artificial para optimizar portafolios, reducir costos y maximizar ganancias. 

Hay un sinnúmero de opciones, sólo se requiere dedicar un poco de tiempo para encontrar el modelo que más se adapte a cada quien, pues las dinámicas financieras han cambiado más en la última década que en los últimos cien años. Las generaciones anteriores confiaron en bancos, asesores y sistemas rígidos. Las nuevas, en cambio, están aprendiendo a confiar en la tecnología, en la descentralización y en su propia capacidad para manejar su capital sin intermediarios, pero alcanzar el ideal de la independencia financiera dependerá de la destreza para jugar con las variantes tiempo, dinero y conocimiento. 

Los inversionistas más astutos ya no buscan sólo rendimientos, buscan autonomía; los consumidores más inteligentes ya no aceptan comisiones abusivas, exigen transparencia. Los ganadores serán quienes entiendan que en este nuevo orden económico, la mayor inversión es la capacidad de adaptarse. 

Empieza hoy con lo que tengas y construye tu independencia financiera. Es hora de pensar fuera de la caja, de desafiar el sistema y de generar riqueza de una manera diferente.

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Escrito en: Miguel Ángel Rangel invertir inversiones finanzas personales éxito financiero

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