Alicia Sotomayor de Ortega y José Ortega Sandoval adoraban a su Torreón, venían 2 ó 3 veces al año y tenían planes de regresar en compañía de sus hijos el 26 de mayo de 2009 al aniversario de bodas de Ricardo Dorantes y Chelito Sotomayor.
En memoria de la familia Ortega Sotomayor que falleció en un suceso triste la noche del 24 de diciembre en Los Ángeles, California, se imprime esta semblanza
La presente semblanza de los señores Alicia Sotomayor de Ortega y José Ortega Sandoval, que fallecieron en un hecho triste en Los Ángeles, California, está tejida con las impresiones y comentarios de familiares que los recordarán siempre por su gran sonrisa y don de gente.
Alicia dama de buen carácter, alegre y dedicada en cuerpo y alma a su esposo y cinco hijos: Jaime, Charly, Alicia, Silvia y Lety, nació en la ciudad de Torreón el 29 de enero de 1938, hija menor de Luis Sotomayor Ríos y Consuelo Díaz de Sotomayor contrajo nupcias en 1955 con José Ortega, joven de origen estadounidense y de padres laguneros.
La pareja radicó en la ciudad de Covina, California, situada al este del Condado de Los Ángeles hasta su fallecimiento la noche del 24 de diciembre de 2008.
“Hola hola, cómo están” ésta era su frase al llamar por teléfono, Alicia cada tercer lunes del mes se comunicaba con sus hermanas Lilia de Aguilar y Chelito de Dorantes, que la llamaban “la alegría”, y con quienes duraba horas platicando de todos los pormenores.
Su primer encuentro, fue amor a primera vista, en una de las visitas que hizo José a esta ciudad para visitar a sus padres Santiago Ortega y Dolores de Ortega que tenían su domicilio por la calle Leona Vicario justo frente a la casa de los padres de Alicia, vio pasar a una bonita chica, alegre y garbosa que le gustó y dijo “con ella me voy a casar”.
Pasan los meses, y el joven de 27 años regresa para conquistar a Alicia que era menor que él diez años, y bajo el consentimiento de los padres de ella, la chica acepta una invitación al cine y a cenar, así trascurre el tiempo y le propone matrimonio.
Seguros de que José era una persona confiable y honesta, los señores Sotomayor Díaz aceptan que su hija menor se case a los 17 años, sólo faltó un mes para que se llevara a cabo el matrimonio por lo que los novios unieron sus vidas en una ceremonia religiosa celebrada a medio día en la Catedral de Nuestra Señora del Carmen en 1955.
El banquete nupcial se efectuó en el conocido casino Apolo Palacio, ubicado frente a la Plaza de Armas y a la que asistió la sociedad lagunera.
Su residencia la fijaron en Los Ángeles, California y dieron vida a una bonita familia a la que le inculcaron siempre sus valores. En ese país norteamericano hicieron sinceras y bonitas amistades. Hombre emprendedor, José se asocia con un italiano y fundan un próspero negocio de pinturas.
En fin hay mucho que contar de esta apreciable familia, que visitaba La Laguna dos o tres veces al año. Para los Sotomayor Díaz era toda una algarabía recibir a sus tíos, primos y sobrinos, por lo que se esmeraban en prepararles lo que más les gustaba: chiles rellenos, mole, pozole y conocida nieve de raspa, además de hacerles invitación a comer cabrito.
“La familia se cimbraba de alegría cuando ellos venían, mi hermana, cuñado y sus hijos llegaban cargados de regalos, dulces y chocolates para cada uno” recordó afligida Chelito. Y no obstante la tristeza que la embarga, dijo con emoción “mi hermana era un ser precioso, mi cuñado era un poco serio y muy correcto, mis sobrinos eran únicos y los hijos de ellos muy especiales y se divertían mucho en Torreón”.
José y Alicia, hijos y nietos, eran apasionados santistas, seguían todos los partidos de futbol del equipo albiverde y cuando éste ganaba era día de fiesta en casa.
Se les recordará siempre como una familia orgullosa de sus raíces mexicanas y con un corazón preñado de amor para su Torreón. Descansen en paz.
