Especialistas recomiendan actividades que involucren a padres, abuelos y hermanos como juegos de mímica, platicar y leer.
A los niños que padecen déficit de atención e hiperactividad no hay que aislarlos, sino involucrarlos en tareas y festejos de fin de año.
Los deportes y los juegos son buenas estrategias para mantener a cualquier niño ocupado durante las vacaciones, incluso son efectivas para los que padecen déficit de atención e hiperactividad (TDAH). No debe aislarse a los pequeños, sino por el contrario, involucrarlos en todas las tareas y festejos familiares de fin de año.
La doctora Miriam Feria, siquiatra del Instituto Nacional de Siquiatría, explica que los niños con TDAH deben realizar actividades en equipo o grupo con tareas dirigidas y objetivos cortos, como hacer maquetas con algo especifico que desarrollar, por ejemplo, amasar la plastilina y dar forma a un volcán.
Mantener a los niños concentrados con actividades físicas, mentales y manuales es muy importante, por ello hay que motivar a los niños con idas al cine, museos o exposiciones, pero es necesario explicarles que existen reglas, pues son lugares donde deben permanecer en silencio y no levantarse continuamente, señala.
La experta dice que “una vez que a los niños con TDAH se les explican las reglas con frases cortas y directas ellos entienden, lo importante es no dejar que dominen a sus padres y mantener una relación de tolerancia”.
Una serie de actividades para poner en práctica, no sólo en vacaciones, incluye cosas que involucren a padres, abuelos y hermanos como juegos de mímica, platicar y leer.
OTRO ESCENARIO
De acuerdo con el doctor Eduardo Barragán, “aunque no esté documentado de manera científica los deportes como el futbol, natación, gimnasia olímpica, rapel o artes marciales, pueden ser beneficios para los niños, ya que descargan energía sobre todo en niños con hiperactividad”. El ballet, actuación, canto y baile son igualmente opciones, ya que el ejercicio es sano para cualquier niño.
El TDAH es una enfermedad producida por una mala regulación de dos sustancias a nivel cerebral llamadas dopamina y noradrenalina, encargadas de regular los estímulos que mantienen la atención y favorecen el control motor, y la regulación de la impulsividad, evitando así la hiperactividad.
“Por lo mismo —dice el especialista— es un trastorno que debe ser diagnosticado por un médico y ser manejado en forma integral: tanto con tratamiento farmacológico que promueva el buen funcionamiento cerebral, como el metilfenidato (ritalín), que es un medicamento que regula directamente a la dopamina y noradrenalina, mejorando la circulación de estos neurotransmisores y provocando que la distracción, hiperactividad e impulsividad que se presentan día a día se controle”.
El tratamiento incluye información a padres y maestros sobre el padecimiento, escenario en el cual es necesario apoyo sicológico y pedagógico para lograr el control de la enfermedad.
Y es importante que los niños con TDAH estén bajo tratamiento y desempeñen distintas actividades e incluir juegos de destreza como memoria, ajedrez, rompecabezas o cualquier otro tipo de juego de estrategias, siempre y cuando ya hayan terminado las tareas escolares.
En opinión de los expertos son muchas las actividades que se pueden practicar en familia o la escuela sin que haya motivo para angustiarse o preocuparse porque los hijos no tengan nada que hacer en vacaciones o después de ellas.
Asimismo dejan en claro que esta enfermedad debe ser diagnosticada por un médico especialista, pues cuando un niño con TDAH recibe tratamiento a tiempo y un medicamento óptimo, llega a establecer una conducta equilibrada.
De otra manera es afectado de manera importante, pues los acciones conductuales que provocan los síntomas afectan el proceso de adaptación del individuo en su sociedad.