Las mujeres bien hidratadas consumen cerca de 2.7 litros de agua pura al día.
Los días de calor amenazan con ser los más severos en décadas, es momento de pensar en la hidratación y los riegos de sufrir por la falta de líquidos.
Punto vital es el agua, no hay duda, pero en cuanto a la cantidad necesaria, especialistas en el tema hablan de dos litros o unos ocho vasos al día, aproximadamente.
Expertos de la Mayo Clinic Women’s Health Source indican que hay cosas para tomar en cuenta sobre la necesidad de ingerir líquidos, pues hay factores que la elevan, como:
• Realizar una mayor actividad física.
• El clima caliente y húmedo.
• La sequedad del ambiente interior y altitud elevada.
• Enfermedad: fiebre, vómito o diarrea.
Los datos de diversos estudios revelan que las mujeres bien hidratadas consumen cerca de 2.7 litros de agua pura al día.
Normalmente, dicen los especialistas, los alimentos aportan 20% de los líquidos necesarios, esto significa que se debe ingerir más o menos 2.2 litros.
Manantiales
En opinión de los científicos la mejor manera de reemplazar los líquidos perdidos es bebiendo agua, así como leche, té, sopa, jugo de frutas y bebidas deportivas.
Pero recomiendan tener cuidado con las bebidas que contienen cafeína o alcohol, porque aumentan la excreta de líquidos, provocando que sea más difícil mantener un nivel adecuado de hidratación.
Mayo Clinic Women’s HealthSource sugiere que en un adulto sano, la ingesta de líquidos probablemente sea adecuada si rara vez tiene sed y su orina es transparente o apenas amarilla. Pero, llama la atención sobre que cuando la gente envejece, posiblemente disminuirá la sed; por ello, se recomienda que las personas beban líquidos antes de sentirla.
Entre las señales de una ingesta inadecuada de líquidos están: boca seca, dolor de cabeza, mareo, poca o ninguna cantidad de orina y estreñimiento.
Una gota divina
Nadie duda que el agua tiene cualidades físicas y químicas que la hacen vital, nos dice la nutrióloga Georgina Cabrera, especialista de la casa Bonafont, quien nos recuerda que el líquido tiene relación con el metabolismo y digestión, ya que transporta nutrimentos y sustancias de desecho de la actividad celular.
Y por ello la deshidratación hace que sufran todos los órganos del cuerpo, corazón cerebro, músculos, entre muchos otros, reciban menos oxigeno debido a que el volumen sanguíneo es menor, de modo que su capacidad para realizar sus funciones normales decrece.
ABC de riesgos
La nutrióloga alerta sobre que:
A) La falta de agua hace que el cuerpo sufra, ya que cuando se pierde entre uno y dos por ciento de peso corporal se registra una disminución de 20% en el rendimiento y se padece fatiga, enrojecimiento de la piel, cansancio.
Si la baja es de dos a cinco por ciento se producen calambres, mareos, fatiga y cansancio, así como aumento de la frecuencia cardiaca y de la temperatura corporal.
B) Si la caída es de entre 6% y 10% se sufre dolor de cabeza, hormigueos, falta de aliento, dificultad para hacer ejercicio, así como síntomas de carácter clínico que indican daños al sistema nervioso central, el hígado (dolor de caballo) y los riñones.
C)En los casos de una pérdida de 11 o 20% se corre el riesgo de padecer un golpe de calor, que es un cuadro clínico con signos como sordera, lengua hinchada, visión oscurecida y pérdida del conocimiento, que puede llegar incluso a la muerte.