La Legislatura de Buenos Aires aprobó una norma que establece que ya no se podrá fumar en ningún espacio cerrado con acceso público, ley que celebraron las autoridades de la capital argentina, donde se gastan 123.2 millones de dólares cada año por el tabaquismo.
"Buenos Aires se acaba de convertir en una ciudad 100% libre de humo", destacó en un comunicado el Programa de Prevención y Control del Tabaquismo de la ciudad, quien indicó que la medida aprobada anoche "protege la salud de fumadores y no fumadores".
La capital argentina contaba desde 2005 con una ley antitabaco que mantenía excepciones a la prohibición de fumar en espacios cerrados públicos y privados de acceso público, permitiendo la coexistencia de espacios para no fumadores y fumadores dentro de ciertos bares, locales gastronómicos y salas de juego, entre otros.
La modificación realizada anoche establece que ya no se podrá fumar en ningún espacio cerrado con acceso público, incluyendo bares, restaurantes, locales bailables y salas de fiestas.
La nueva normativa contempla que en aquellos establecimientos privados que cuenten con áreas específicas para fumar la prohibición comience a regir al año de promulgada la ley.
"Esta modificación a la ley permitirá proteger la salud de los ciudadanos porteños de los efectos dañinos del humo del cigarrillo, que van desde mayor riesgo de infarto hasta cáncer, enfermedades respiratorias y otras consecuencias", destacó la coordinadora del Programa de Prevención y Control de Tabaquismo, Marta Angueira.
Según datos oficiales, la atención de enfermedades causadas por el tabaquismo cuesta al Gobierno de la capital argentina 493 millones de pesos (123.2 millones de dólares) anuales, cifra que representa cerca del 12 por ciento del presupuesto sanitario de la ciudad.
El tabaquismo produce enfermedades cardiovasculares, respiratorias y cáncer, entre otras, y mata cada año en Argentina a cerca de 40 mil personas, de las cuales 6 mil son fumadoras pasivas.