Es sobre todo beneficioso empezar a hacer ejercicio antes del embarazo, y mantener su rutina durante todo el periodo de gestación. INGIMAGE
Uno de los principales problemas que afecta a las mujeres cuando quedan embarazadas es un incremento en su presión sanguínea, algo que puede ser determinante en posibles complicaciones del embarazo y que llega a afectar al 8% de las futuras madres. El problema más habitual es la preeclampsia, que cada año contribuye a 500,000 muertes de recién nacidos y a más de 20,000 muertes maternas.
Al contrario de lo que se ha creído hasta ahora, la revista Hypertension, que publica la Asociación Americana del Corazón, llegó a la conclusión de que hacer ejercicio aliviaba este aumento de la presión sanguínea inducida por la isquemia. Es sobre todo beneficioso empezar a hacer ejercicio antes del embarazo, y mantener su rutina durante todo el periodo de gestación.
El experimento que ha lanzado estos nuevos resultados fue llevado a cabo por la Universidad de Oregón y probó los efectos del ejercicio antes y durante el embarazo en ratas embarazadas a las que, además, les restringieron el flujo sanguíneo que llegaba a la placenta para observar si, efectivamente, su presión sanguínea aumentaba en exceso. Los animales corrieron 30 kilómetros semanales antes del embarazo, y 4.5 durante el periodo de gestación, lo que disminuyó sus niveles de presión sanguínea y mejoró la circulación de la sangre.
Además, en aquellos casos de ratas que padecían previamente hipertensión, el ejercicio también se demostró efectivo para reducir el estrés oxidativo y mejorar la función de las células endoteliales. Por su parte, el peso del feto no se vio afectado por el ejercicio ni se detectaron signos de estrés, por lo que aunque los niveles de deporte tengan que someterse a un control y a un seguimiento, pueden contribuir a un mejor estado físico, al contrario de lo que algunos profesionales habrían apuntado.