La inactividad física derivada del confinamiento por el COVID-19 tuvo como consecuencia el aumento de peso en la población mexicana. El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) estima que en el marco de la emergencia sanitaria, las personas subieron hasta cuatro kilos en promedio. (ARCHIVO)
La inactividad física derivada del confinamiento por el COVID-19 tuvo como consecuencia el aumento de peso en la población mexicana. El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) estima que en el marco de la emergencia sanitaria, las personas subieron hasta cuatro kilos en promedio.
Para seguir un plan de alimentación saludable y reducir la masa corporal que aumentó en un sector de la población en esta pandemia por el SARS-CoV-2, el Instituto cuenta con la estrategia NutrIMSS “Aprendiendo a comer bien”.
El coordinador de Programas Médicos en Nutrición de la División de Promoción de la Salud, Diego Balcón Caro señaló que si los pacientes siguen las indicaciones de alimentación y ejercicio conforme las recomendaciones, pueden perder un kilogramo por mes, sin que ello represente consecuencias nocivas a la salud.
“En un periodo de cuatro meses se podría recuperar el peso que tenían previo a la pandemia y continuar la pérdida de kilos extra”, explicó.
Dijo que otro componente de la estrategia NutrIMSS son las sesiones educativas grupales donde se orienta a los pacientes sobre habilidades para llevar una alimentación saludable y lograr el control de sus enfermedades crónicas. Aclaró que estas actividades sólo se realizan en entidades con semáforo epidémico en color verde.
Balcón Caro recomienda realizar actividad de tipo cardiovascular: caminar, correr, andar en bicicleta, y ejercitar zonas musculares en brazos, tronco y piernas.
Añadió que actualmente, el IMSS desarrolla el proyecto “Pierde kilos, gana vida” en su fase piloto en algunas Unidades de Medicina Familiar (UMF). El fin de esta acción es que derechohabientes con sobrepeso y obesidad reciban atención integral por el médico familiar, nutricionista y, en algunos casos, por personal de Psicología.
“Los malos hábitos se agravaron en este periodo de cuarentena por una mayor disposición de los alimentos, generalmente altos en carbohidratos” además de que disminuyó considerablemente el nivel de actividad física, los desplazamientos a los centros de trabajo o escuelas.
El doctor destacó que la actividad física es fundamental para evitar o contener el avance de enfermedades crónicas como obesidad, diabetes e hipertensión arterial.
Recomendó a la población realizar ejercicio en casa, y si lo hacen en espacios abiertos la sugerencia es practicarlo en espacios y horarios poco concurridos, respetar el distanciamiento social, llevar alcohol gel, toallas desinfectantes y procurar no retirarse el cubrebocas para reducir la posibilidad de contagio de COVID-19.
Explicó que la Organización Mundial de la Salud recomienda que se lleven a cabo al menos 150 minutos de ejercicio a la semana y el exhorto es extender este lapso a una hora de entrenamiento continuo la mayor cantidad de días que sea posible.
Este año, en Coahuila se han detectado 6 mil 624 nuevos casos de obesidad de los cuales 4 mil 503 se identificaron en mujeres y 2 mil 122 en varones. Mientras que en Durango, el acumulado es de 3 mil 107 nuevos casos de obesidad. Son 2 mil 147 mujeres y 960 hombres. Los datos fueron publicados por la Secretaría de Salud federal y se clasifican como Casos por entidad federativa de Trastornos de la Nutrición.
