Fortalece los músculos debajo del útero, la vejiga y el intestino grueso
A medida que envejecemos, las funciones del organismo van en decadencia de forma gradual. Un gran ejemplo es el deterioro muscular debido a que se vuelven rígidos y pierden tonificación. En el caso del suelo pélvico, el envejecimiento favorece la pérdida del control de la vejiga dando lugar a la incontinencia urinaria. Sin embargo, es posible fortalecer la musculatura pélvica para tratar esta y otras afecciones.
Este tipo de ejercicio consiste en la contracción y relajación de los músculos del suelo pélvico de manera voluntaria. Su principal función es fortalecer el suelo pélvico lo que ayudará a prevenir o controlar la incontinencia urinaria y otras afecciones de éste.
Entre otros beneficios destacan la prevención del riesgo de sufrir prolapso, relaciones sexuales de mayor placer y una recuperación posparto más rápida.
¿Cómo saber cuáles son los músculos pélvicos?
Como primer paso, se debe localizar la musculatura pélvica. El ejercicio Kegel se trata de simular que tiene que orinar y luego contener. Los músculos que se tensan en ese movimiento son los responsables de controlar el flujo de la orina, estos son los músculos del suelo pélvico.
Para una mejor localización de la musculatura se puede intentar contraer al momento de la necesidad real de orinar. Una vez en el sanitario, comience el flujo y detenga. Si los músculos se sienten firmes realizó el ejercicio correctamente. Es importante señalar que no se debe adquirir este hábito durante el proceso de la orina (micción) puesto que podría hacer que no se vacíe completamente y causar infecciones.
El movimiento de contracción y relajación debe repetirse al menos tres veces al día. Se puede realizar en la posición sentada y de pie.
¿Cómo lo hago?
Se deben seguir los siguientes pasos para aprovechar al máximo los beneficios del ejercicio Kegel:
Se debe sentar en posición recta con los pies apoyados en el suelo. Contraiga durante cinco segundos y relaje durante 10 segundos.
Luego recuéstese con las plantas del pie sobre el piso y contraiga la musculatura cinco segundos y relaje 10.
Manténgase en la misma posición y eleve su cadera para contraer el suelo pélvico durante cinco segundos. Después se debe relajar 10 segundos.
Durante el ejercicio es necesario respirar de manera normal, no se debe contener. Se recomienda repetir el ejercicio de 10 a 15 veces. Puede parecer complicado al inicio, sin embargo, poco a poco notará cambios.
