¿Cómo hacer un espacio seguro para tu bebé?

La llegada de un bebé a un hogar es importante en muchos aspectos e implica un gran cambio en la vida rutinaria. Es importante preparar la casa adecuadamente para garantizar su seguridad y comodidad. Hay que tomar en cuenta que existen varios factores a considerar para que nuestro hogar sea seguro para el nuevo integrante de la familia.

Antes de la llegada de un bebé a la casa es de suma importancia limpiar y desinfectar el hogar con la finalidad de evitar alergias, infecciones y enfermedades causadas por gérmenes.

En la habitación

La habitación o dormitorio de un bebé es uno de los lugares más importantes para asegurarse de que esté seguro y cómodo. La cuna debe estar ubicada en un lugar tranquilo, lejos de cualquier ventana, cortinas, persianas o cables que puedan representar algún peligro.

Además, se debe procurar evitar poner cualquier objeto suelto como almohadas o peluches dentro de la cuna.

La habitación también debe estar ventilada y a una temperatura agradable. Se recomienda utilizar luces tenues para cuando el bebé se quiera dormir y colocar cortinas oscuras para que la luz natural no se filtre por las ventanas.

También puedes optar por comprar monitores de seguridad. En el mercado es fácil encontrar distintos dispositivos que pueden detectar movimientos y ruidos del bebé.

Seguridad A medida que el bebé comienza a explorar y gatear, se vuelve crucial asegurarse de que esté protegido en toda la casa.

Las puertas de seguridad y las cerraduras de los armarios son una excelente manera de evitar que el bebé acceda a objetos peligrosos o productos químicos. Se debe revisar que todas las puertas y cerraduras sean seguras y funcionen correctamente.

Todas las áreas peligrosas como escaleras, albercas o balcones deben estar cerradas o bloqueadas. Los enchufes pueden protegerse con tapas de seguridad y es importante dejar los cables eléctricos fuera del alcance del bebé.

Además, los muebles pueden representar un peligro para el bebé conforme va aprendiendo a gatear y posteriormente a caminar. Puedes buscar artículos de distintos materiales para proteger las esquinas y así evitar que se pueda golpear.

En la cocina

Cuando el bebé comience a comer alimentos sólidos, la cocina se convertirá en un lugar importante para su seguridad. Todos los productos químicos deben estar almacenados en armarios cerrados y fuera de su alcance. De ser posible, es importante contar con un extintor de incendios y que todos los electrodomésticos estén funcionando correctamente para evitar cortocircuitos.

¿Qué hacer con las mascotas?

Las mascotas también son integrantes de la familia. Sin embargo, también deben adaptarse a la presencia de un bebé en casa. Se deben implementar estrictas medidas higiénicas, además de que los perros o gatos deben contar con su esquema de vacunación completo, además de sus desparasitaciones.

Colores en tendencia

Elegir el color de la habitación del bebé no es solo cuestión de estética. Según expertos en diseño de interiores, cada color tiene un efecto diferente en el pequeño. La psicología ha demostrado que algunos tonos influyen de manera positiva en el ánimo de las personas. Los mejores para pintar la habitación del bebé son los tonos azules, verdes y púrpuras.

El azul destaca por dar una sensación de relajación y disminuir la estimulación, por lo que los bebés se tranquilizan en poco tiempo y descansan mejor. Es de suma importancia elegir el tono adecuado de azul, pues no debe ser ni muy claro ni muy obscuro.

Otra gran opción es el verde, pues, de acuerdo al psicólogo Lee Chambers, simboliza crecimiento y crea una atmósfera de libertad y naturaleza. Este color combina a la perfección con el amarillo y azul. Cabe mencionar que se ha demostrado que los tonos verdes ayudan a calmar la mente y a concentrarse mejor.

Por otra parte, los colores que debes evitar a la hora de decorar una habitación infantil son el amarillo, rosa, rojo y naranja. A pesar de que el amarillo es el tono de la neutralidad y felicidad, se ha demostrado que es el color que más hace llorar a los pequeños. Si se usa en tonos pastel, puede favorecer la creatividad y favorece el enfoque; no obstante, si se usan tonos muy brillantes, estimula la frustración y desencadena en llanto

Por su parte, el rojo y naranja generan ansiedad pues son irritantes y hasta podrían perturbar al bebé; sin embargo, dichas tonalidades se pueden utilizar en accesorios, juguetes, colchas o demás adornos.