Descubre por qué las personas con TEA son sensibles

El déficit de procesamiento sensorial en las personas que tienen trastorno del espectro autista (TEA) causa afecciones en la conducta y aptitudes para la vida, lo que puede resultar en hipersensibilidad o hiposensibilidad ante los estímulos del entorno, esto según Healthy children. Esto se deriva en dificultades que pueden afectar a los cinco sentidos causando problemas motrices, sentido de equilibrio y de coordinación ojo mano.

Los niños con TEA a menudo buscarán actividades que resulten autoestimulantes para obtener determinadas sensaciones. Tales actividades pueden incluir el mecerse hacia atrás y adelante, golpes en la cabeza e introducir objetos no comestibles a la boca para explorarlos. Otras actividades que pueden encontrar estimulantes son los objetos que giran, observar el agua correr en ríos o grifos, observar el movimiento de las luces y sombras de los árboles generado por el viento, entre otras.

Cuando se genera hipersensibilidad (respuesta exagerada), la sobreestimulación genera molestia o dolor, lo provoca comportamientos de respuesta de escape o evitación.

En cuanto a la hiposensibilidad (falta de reacción), es posible que la falta de estimulación genere malestar y se puede manifestar en comportamientos de búsqueda de estimulación o en la nula identificación de estímulos que puedan ser nocivos.

La sobrecarga de estímulos puede abrumar y generar estrés sensorial, lo que cause que el niño o niña colapse. Se puede manifestar de dos formas: meltdown y shutdown. Se trata de formas de autoprotección que pueden significar la pérdida temporal de habilidades básicas.

Meltdown

Se trata de una reacción como respuesta ante los estímulos. Dentro de ésta no existe intencionalidad, es más bien una reacción que no pueden controlar ante la sobrecarga emocional. Cuando el pequeño o pequeña sufre un meltdown suele gritar, llorar, agredir a otros o así mismo de manera furiosa, así como huir o encerrarse en sí mismo para aislarse.

No debe confundirse con las rabietas (berrinches), las cuales son comportamientos o arrebatos emocionales que ocurren en respuesta a necesidades o deseos insatisfechos. Estos comportamientos comprenden quejidos, llanto, gritos, patadas, golpes y aguantar la respiración. Son comportamientos normales que suelen ocurrir entre el primer y el tercer año de vida.

Shutdown

Es la consecuencia antagónica del meltdown y es más frecuente. Puede que este episodio pase desapercibido puesto que es vivido de forma interna, sin embargo, lo expresan al parecer ausentes. La interiorización de sentimientos es causa de un estado de despersonalización o desconexión.

¿Cómo acompañar?

La fundación Teletón indica que es necesario mantener la calma, tener paciencia y evitar sobresaltarse, elevar el tono de voz o gritar. Conocer a profundidad a la persona con autismo será útil para tener presentes sus necesidades sensoriales y así actuar de forma empática, ajustada y respetuosa.

Respetar el espacio personal es esencial, así como establecer un entorno seguro para evitar la autoagresión. De ser posible, adecuarlo para que sea un espacio específico de contención y se acuda a él en el momento de crisis.

Es posible dar pautas positivas de alternativas de conductas ante la situación como contar, soplar, cantar o respirar. En lo que refiere al contacto físico, en algunos casos resulta favorable un abrazo, sin embargo habrá que considerar que en algunos casos puede resultar contraproducente. Todo dependerá de las necesidades sensoriales del niño o niña.

Terapia de integración sensorial

Está diseñada para ayudar a sobrellevar la dificultad del procesamiento de estímulos sensoriales. Este tipo de terapia está orientada a los juegos los cuales pueden incluir trampolines, columpios y toboganes. Asimismo, también se emplean técnicas de presión profunda, cepillado o chalecos con pesas, las cuales juegan un papel sensorial importante dentro de ésta.

De acuerdo con Healthy children es posible que la terapia aumente el umbral de tolerancia ante entornos de gran estímulo sensorial, además, refuerza las conductas positivas y hacen menos perturbadoras las transiciones.