Estar en forma no es lo mismo que estar saludable
Lograr un cuerpo atlético no es reflejo de bienestar ni promete buena salud. A menudo se olvida que lo más relevante dentro del estilo de vida fitness son las 23 horas restantes del día, no sólo el tiempo que se dedica al entrenamiento.
Se trata de un cúmulo de aspectos a tomar en cuenta si realmente se busca iniciar un estilo de vida saludable con resultados asegurados. Shona L. Halson refiere que los factores que afectan el rendimiento de un atleta son los siguientes:
- Entrenamiento/competencia: intensidad, duración, volumen, tipo de entrenamiento o deporte, grado de fatiga, recuperación.
- Nutrición: consumo de proteína, carbohidratos y otros nutrientes. Incluye elbalance de líquidos y electrolitos.
- Estrés psicológico: estrés y ansiedad derivados de competencias, exigencia, sobreentrenamiento, etc.
- Estilo de vida: horario, calidad y cantidad de sueño, actividades de tiempo libre, relaciones sociales, situación laboral o escolar.
- Salud: enfermedades,infecciones, lesiones, daño muscular y dolor.
- Medio ambiente: altitud, temperatura y humedad.
Estos pueden ser aplicados a personas que el entrenamiento forma parte de su vida cotidiana sin ser deportistas.
Benito Flores experto en bioenergía y biomecánica refiere en entrevista para TecSalud que generalmente está mal vinculado el diseño del tiempo y la intensidad del ejercicio con el estilo de vida de la persona. Por lo que se necesita de manera urgente la creación de una cultura en la que se busque asesoramiento personalizado que tome en cuenta las demás actividades que se realizan durante el día y el tiempo que se le puede dedicar al descanso según las ocupaciones diarias.
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Nutrición y estilo de vida
La alimentación compone el 80 por ciento de la relevancia dentro de la vida saludable, mientras que el ejercicio solo el 20 por ciento. Además, ejerce una relación directa con el nivel de energía en el organismo, la cual es requerida para ejecutar el entrenamiento.
El rendimiento se asocia con la nutrición, por lo que una buena alimentación dará como resultado niveles de energía adecuados para concluir el entrenamiento satisfactoriamente.
Se debe tomar en cuenta que las grasas y carbohidratos son necesarias diariamente para el buen funcionamiento del organismo y no se omiten en la dieta. Las cantidades a ingerir al igual que el tipo de entrenamiento variarán de acuerdo al estado de salud, objetivos, actividades que realiza durante el día, tiempo que se le dedica al descanso, condición física, viajes, uso de dispositivos electrónicos, uso de sustancias estimulantes como cafeína o alcohol, entre otros parámetros individualizados.
El especialista destaca que el error más común es sobreponer los intereses estéticos a costa de la salud nutricional, lo que a su vez desemboca en problemas emocionales.
Asesoramiento para una buena ejecución
No se necesita una cantidad extraordinaria de recursos sino de orientación. El conocimiento a través de un buen asesoramiento individualizado en las formas de entrenamiento y una buena ejecución del ejercicio son esenciales para evitar lesiones y prevenir dolores post entrenamiento. También reduce la tensión muscular y reduce el riesgo de sufrir contracturas.
Las cargas y energías mecánicas producidas por el movimiento corporal también influyen.
La biomecánica para el deportista se define como el estudio del movimiento humano fundamental para desarrollar una preparación física y técnica adaptada a las condiciones biomecánicas de un deportista.
El objetivo de la biomecánica es emplear conocimientos de disciplinas como mecánica, ingeniería, fisiología, anatomía, entre otras, para buscar las técnicas más eficaces para quien entrena. Esto se logra a través de movimientos eficientes que, con el mínimo esfuerzo para el cuerpo, repercutan en el máximo rendimiento. Esto de acuerdo con la Escòla de Tecnics Esportius Val D’aran.
¿Cuándo parar?
El sobreentrenamiento toma lugar principalmente por la falta de recuperación y un descanso deficiente.
Sin un descanso debido y sin alimentos que repongan la energía utilizada, se fomentará el desarrollo de estrés físico y emocional. Es primordial considerar que dentro de este proceso la hidratación es indispensable para la reposición de líquidos perdidos a través de la sudoración.
Al no ver resultados deseables, las personas tienden a exigirse en la parte física realizando entrenamientos más pesados descartando por completo las 23 o 22 horas restantes del día, según señala el experto.
Los resultados toman tiempo y dependen en gran medida de la recuperación, ya que posibilita la reparación de tejidos y la reconstrucción muscular.
La mejor estrategia de recuperación según algunos expertos es el sueño, según un artículo de la revista de educación “Motricidad e Investigación”. Destaca el uso de diferentes estrategias para un mejor descanso como la extensión del sueño, siestas, estrategias de higiene del sueño y nutricionales. Es importante diferenciar estar recostado en cama a descansar a través del sueño.
Entre los entrenamientos más comunes en personas no deportistas está el gimnasio. En este caso se recomienda también realizar una semana de descarga luego de cada 8 o 10 semanas continuas de entrenamiento pesado.
Aunado a lo anterior, el músculo necesitará relajarse después de una sesión de entrenamiento. Por ningún motivo se deben descartar las sesiones de estiramiento para regresar los músculos a la calma. “Un músculo bien alimentado, hidratado, estirado y descansado evoluciona. El proceso diario cuenta”, menciona Benito.