Los chicos sí lloran
Fortaleza, valentía y contención emocional… así ha sido definida la masculinidad durante mucho tiempo. En este contexto, hablar sobre salud mental era o aún es considerado un tema tabú para muchos hombres.
Durante toda mi vida he visto cómo amigos, familiares y gente querida se derrumban al tener una crisis emocional: no la expresan, en cambio recurren a mil actividades en su día a día con tal de olvidar su malestar, deambulan de un lado para otro sin encontrar su sitio… algunos se evaden, pasan sus días absortos en juegos o en la televisión, o bien buscan consuelo en algo o alguien que sea un paliativo para su dolor, pero pocos recurren a la ayuda profesional.
Sentirse frágil, vulnerable y con la necesidad de expresar las emociones siempre ha sido identificado mas como aspectos del género femenino, y aún en estos años, donde existe más apertura, resulta difícil pedir apoyo, al considerar normal tener esas luchas internas y vivir en una crisis silenciosa. Esta idea de “los chicos no lloran” ha llevado a consecuencias graves, como altas tasas de suicidio y problemas de salud mental no tratados, por ello es urgente terminar con esta creencia tan limitante.
Es de gran importancia comprender que expresar las emociones no disminuye la masculinidad, al contrario, fortalece las relaciones personales, esa conexión con los demás que tanto necesitamos, y brinda además bienestar mental duradero. Todos necesitamos contar con apoyo para enfrentar nuestros desafíos emocionales.
Los primeros pasos
¿Cómo dar esos primeros pasos que te lleven a buscar ayuda profesional? Para algunos es todo un reto, que requiere uno o varios impulsos. Estas son algunas sugerencias para fortalecer tu decisión.
- Reconoce la fortaleza en la vulnerabilidad. Aceptar y expresar abiertamente todo lo que sientes demuestra más coraje y valentía de lo que consideras hasta ahora.
- Busca inspiración en otras personas que han superado problemas similares al tuyo, son modelos para iniciar tu apertura emocional.
- Detecta los entornos de confianza, personas que sean tu espacio seguro para poder comunicar tus sentimientos.
- No todas las emociones se verbalizan fácilmente, así que encuentra formas creativas, como el arte o la escritura, para expresarte.
- Recuerda que cambiar patrones arraigados lleva tiempo. Sé amable contigo mientras superas esta etapa de tu vida. No te desesperes ni desistas.
Así como recurrimos al médico para sanar nuestro cuerpo, con la misma naturalidad debemos recurrir a un terapeuta para sanar nuestras emociones. La verdadera restauración de tu vida inicia en este punto.