Los problemas comunes de la próstata
Más allá del cáncer, hay otras enfermedades que se presentan de manera común en la próstata, por lo que es necesario tener siempre en mente un estilo de vida saludable, además de hacer revisiones periódicas.
Es normal que una vez superado el umbral de los 40 años, la próstata aumente su tamaño. Esta hipertrofia, en sí misma, no debe causar ningún tipo de preocupación. Pero es llegada a esta edad en la que el hombre necesita visitar al especialista de manera periódica, para hacerse los exámenes correspondientes y descartar cualquier tipo de enfermedad.
Prostatitis
Se trata de una inflamación de la glándula que puede ser debida a una bacteria. De acuerdo al Instituto Nacional de Cáncer de Estados Unidos, se trata de una padecimiento común, y que por sí misma no aumenta el riesgo de padecer otra enfermedad de la próstata.
Los síntomas que presenta están relacionados a orinar. Desde sentir urgencia de orinar, tener problemas para hacerlo y una sensación de dolor, fiebre, dolor en el recto, dolor al eyacular.
Hay diferentes tipos de prostatitis, como la aguda, que aparece de repente; la crónica, cuyo tratamiento es más extenso; el síndrome de dolor pélvico crónico, que es el más común, o la inflamatoria asintomática.
Para detectarlo existen diferentes pruebas, entre ellas el análisis de orina, para determinar si existe un problema.
Próstata agrandada
No tiene relación con el cáncer, aunque pueda tener síntomas semejantes, como un flujo débil de orina, una sensación continua para orinar, sentir que la vejiga no se vacía por completo. Estos síntomas deben ser una llamada de atención para ver al doctor.
Se trata también de un padecimiento que no suele ser tan molesto como para impedir llevar una vida normal. Aunque no existe una cura, existen medicamentos que pueden ayudar en un tratamiento paliativo.
Cáncer de próstata
Se trata de uno de los cánceres más comunes, el primero en cuanto a prevalencia en México, que suele aparecer en personas que ya sobrepasan los 50 años. Se trata de un tejido formado por células cancerosas. A pesar de que se detecta a esa edad, pocos son los pacientes que presentan síntomas, porque se trata de un cáncer que tarda mucho en crecer, a veces hasta 20 años.
Los síntomas que presenta se parecen a los de la próstata agrandada, dado a que se siente principalmente al orinar. La orina puede presentar sangrado, causar dolor, al igual que la eyaculación. El paciente que ya presenta síntomas también puede tener molestias en la espalda, la cadera o la pelvis.
Como en todos los cánceres, una detección hecha a tiempo salva vidas, ya que de encontrarse en etapas tempranas, habrá más posibilidades de superar la enfermedad. En el caso de la próstata, si bien el tacto es una prueba eficaz, éste puede hacerse cuando ya se haya realizado un antígeno prostático en sangre, un examen que es menos invasivo y que puede eliminar darnos a conocer si no hay problemas. En caso de ver algo raro, el médico deberá realizar otras pruebas distintas, para desestimar todas las sospechas posibles.
