¿Por qué hacerse exámenes a tiempo?
La prevención, está claro, es la mejor herramienta para cuidar la salud. Si desde un principio se toman medidas adecuadas, y se lleva una vida con buenos hábitos, las posibilidades de sufrir una enfermedad grave disminuyen de manera considerable.
Pero parte de la prevención está en los exámenes, en hacer revisiones periódicas de acuerdo a la condición de cada persona. Con respecto al cáncer, por ejemplo, se recomienda que se hagan evaluaciones a partir de los 40 años, edad en la que se comienzan a presentar diversos cambios en el cuerpo del varón. Sin embargo, no son pocos los hombres, que, por una u otra razón, deciden no hacerse los exámenes a tiempo, lo que puede repercutir en su vida de muchas maneras. Por eso, el especialista en radio oncología, Fernando López Velázquez, presentó algunos puntos a considerar como positivos de adquirir la costumbre de revisarse de manera periódica.
Conocer los avances de la tecnología
La medicina es una de las ramas del conocimiento que crecen a un ritmo acelerado. Los nuevos descubrimientos permiten tener una mayor precisión y volverse menos invasivos. Esto, a su vez, puede ahorrar las molestias o los momentos vergonzosos que pueden acompañar a un examen.
Un ejemplo es cuando se hacen la revisión de la próstata. A partir de los 40 años, la recomendación general (salvo que haya antecedentes familiares) es estar atento a la manera de orinar y hacerse exámenes periódicos, para asegurarse que la hipertrofia prostática, propia de la edad, esté dentro de los parámetros normales.
Uno de los exámenes más conocidos para revisar la salud de esta glándula es mediante un tacto que hace el especialista. Se trata de un procedimiento que se puede considerar invasivo, y por lo que muchos hombres prefieren obviarlo, sin pensar en el peligro en el que ponen su salud.
Sin embargo, existen otros exámenes que no son invasivos, y son un un buen indicador, o primer paso, para conocer que la salud de la próstata es buena. Se trata del antígeno prostático, una prueba hecha mediante sangre que determina un valor. Si es adecuado, el paciente podrá seguir con tranquilidad, y si sale elevado, entonces cabe la posibilidad de que tenga que hacerse otro tipo de estudios, a fin de conocer su situación.
Otro caso es con los padecimientos del colon. Sus exámenes son variados, siendo la colonoscopia el más conocido. Se trata de un procedimiento seguro, pero que requiere a un paciente sedado. Sin embargo, esta revisión sólo se hace una vez que hay indicios claros de enfermedad, y antes el paciente puede ir un laboratorio para conocer el estado de sus heces.
En otras palabras, conocer que existen diferentes pruebas, que son un primer paso de la revisión, permitirá dejar de lado la vergüenza, porque son exámenes que no invaden la intimidad del paciente.
Detección
Lo más importante de tener el hábito de revisiones a tiempo, es que se pueden detectar a tiempo las enfermedades. Nadie quiere recibir ese tipo de noticias, pero no es lo mismo escucharla con mayores posibilidades de salir adelante, con un panorama positivo de frente.
Los cánceres, por ejemplo, se detectan en diferentes fases, que se distinguen por el porcentaje que tiene el paciente de superar la enfermedad. Y ese porcentaje disminuye conforme se deja de lado la atención.
De igual manera, el cuerpo agradecerá esto, ya que al ser una enfermedad en una fase temprana, puede combatirse con tratamientos menos severos y que se extiendan poco en el tiempo, lo que permitirá reintegrarse a la vida cotidiana en un periodo menor.
Esto, a su vez, se traduce en costos menores, pues el tratamiento será más breve.