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¿Por qué tener un médico de cabecera?

Un especialista listo para ayudar en muchas situaciones

La medicina familiar es canalizadora hacia otras especialidades

La medicina familiar es canalizadora hacia otras especialidades

ARMANDO RIVERA

Se le dice de varias maneras: médico de cabecera, de confianza o médico familiar, pero su labor es la misma, establecer un vínculo estrecho con los pacientes, a veces por años, para atender las eventualidades o problemas de salud, siempre con tacto y conociendo sus particularidades. Para los pacientes, tener este tipo de relación con un profesional de la medicina, les puede traer muchos beneficios.

Víctor Manuel Carrillo es especialista en medicina familiar, para la que ha trabajado desde décadas y con pacientes recurrentes, ya sea desde instituciones públicas o por su propia cuenta. Por esa razón, conoce cómo es llevar la salud de las familias con el paso de los años, y las ventajas que esto da a su atención.

Conocer su historia

Familiarizarse con un paciente implica también conocer las afecciones que lo han acompañado por el transcurso de su vida. El médico, entonces puede hacer la historia clínica de cada uno de sus pacientes recurrentes, y esto permitirá que se atiendan mejor, desde el momento de no recomendar medicamentos que le puedan causar daño o alergia, hasta buscar tratamientos que sean más de su agrado.

Se trata de un profesional muy importante, ya que es el que hace el primer contacto, el que atiende primero y puede aliviar o derivar con otros especialistas”.

Un enlace con los demás especialistas

De acuerdo con Víctor Manuel Carrillo destaca que un médico de familiar tiene los conocimientos necesarios para hacer frente a muchos de los padecimientos que, en cierta manera, son comunes de verse en las personas, como determinadas enfermedades. Aseguró que el médico familiar, en promedio, puede atender un 85 por ciento de los problemas de salud a los que se enfrentarán las familias.

Sin embargo, ese 15 por ciento restante son padecimientos que, por una u otra razón, exceden las competencias de un médico familiar. Es ése el momento en que se debe acudir con un especialista, por ejemplo un pediatra o un oncólogo, que es capaz de profundizar y dar un mejor tratamiento.

También es posible que este médico de cabecera sea el enlace para otros especialistas, a fin de que puedan trabajar mejor en equipo o que puedan darle una mayor confianza al paciente, al ser recomendado por alguien que lo conoce.

¿Qué se debe tomar en cuenta?

Víctor Manuel Carrillo mencionó que, especialmente, hay dos puntos que el paciente debe tomar en cuenta al momento de elegir un médico al que le confiará su salud y la de su familia.

El primero de éstos, que debe ser el más importante, es el dominio de la disciplina. Debe ser un profesional completo, que tenga amplios conocimientos de medicina pero que, al mismo tiempo, sea consciente de sus límites.

Después se encuentra el trato que da el médico a sus pacientes. El trato, la manera de hablar (en cuanto a claridad y amabilidad), son rasgos que no siempre acompañan las competencias y habilidades propias de la medicina. Este factor es esencial para crear confianza, lo que permitirá que el paciente vuelva y permita que pueda atender también al resto de sus familiares.

La confianza es esencial, y permite que, con los años, se abra la posibilidad de que entre el médico y el paciente se establezca una verdadera amistad, que es lo mejor que le puede pasar al ser humano”.

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