Suicidio en menores, ¿cómo reconocer las señales?
Coahuila superó la media nacional de suicidios en 2022 y ocupa el noveno lugar con mayor número de estos actos, mientras que Durango se encuentra en el décimo lugar.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística, la tasa de intentos de suicidio y suicidios consumados en adolescentes y jóvenes de entre 10 a 24 años va en aumento. Atendiendo a esta premisa, existen diversas causas y señales de alerta que los adultos a cargo pueden identificar para prevenir la consumación del acto.
En el marco del mes amarillo para la prevención del suicidio, Marcela Araujo, coordinadora del departamento psicopedagógico de la Universidad Autónoma de Durango (UAD) campus Gómez Palacio, comparte para El Siglo de Torreón cuáles son los factores de riesgo y señales de alerta para su detección oportuna.
Factores de riesgo
Una conducta suicida en adolescentes toma lugar por factores como “el consumo de sustancias, alcohol, psicoactivos, depresión, ansiedad, salud mental inestable, violencia intrafamiliar, violencia de género o trastornos mentales como esquizofrenia o trastorno límite de personalidad”, detalla la especialista.
Se trata de situaciones que pueden afectar su autoestima, autoimagen o autovalía que en ocasiones no tienen relación con los papás, sino con el entorno en el que se desenvuelven, tales como la escuela o amistades. Por lo que la falta de un vínculo con sus padres no necesariamente es la causa de los pensamientos suicidas, si no, un síntoma de alarma.
“De pronto hay situaciones que conllevan estrés o ansiedad que no saben cómo manejar, es aquí cuando empiezan a aislarse. Este aislamiento social los puede llevar a alejarse de sus padres. La familia juega un papel fundamental en la prevención. Sin embargo, no es el único factor”, añade Marcela.
Por otro lado, el consumismo característico en el estilo de vida actual, aunado a la transformación del núcleo familiar en el que los padres y madres trabajan, contribuye a la paternidad o maternidad ausente. Su ausencia genera impacto y repercute en la conducta, autoestima y relaciones interpersonales.
La sobreexposición a información en Internet que no es adecuada para su edad ayuda a la sobrecarga de información errónea. Las personalidades de plataformas como YouTube o TikTok tienden a desinformar e incitar a los infantes a realizar actividades en relación con el consumo de sustancias, normalización de relaciones codependientes o incitación a realizar retos que pongan en riesgo su salud e incluso su vida.
Señales de alerta
Hay distintas conductas suicidas, por lo que las señales variarán. Araujo comparte que hay quienes muestran indicios de forma sutil, a diferencia de otras personas que no darán ninguna señal, simplemente realizan el intento o la consumación del acto.
Conducta alimentaria: existen cambios que denotan alerta como el dejar de alimentarse o comer demasiado.
Cambios en patrones de sueño: el insomnio se hace presente o hay interés por dormir todo el día.
Aislamiento: pierden apertura con las demás personas de su misma edad, amigos o padres. De ser personas alegres se convierten en niñas o niños reservados.
Pérdida de interés: deja de hacer las actividades que antes le gustaban.
Es posible que las señales anteriores no sean de suicidio. Sin embargo, pueden ser un indicio de alguna otra afección como ansiedad o depresión.
Ponerse en situaciones de riesgo: cuidarse de pronto no es relevante. Por ejemplo, manejar en estado alcoholizado de manera frecuente.
Desprenderse de objetos que antes importaban: incluso, puede regalar sus objetos más preciados.
Hablar como si se estuviera despidiendo: es común escuchar que se refieren a los demás como si no existiera otra oportunidad para verse.
Verbalizar desesperanza y falta de ganas de vivir: es común escuchar comentarios como “ya no puedo con esto”, “tengo ganas de desaparecer”, “ya no quiero estar aquí”, “quisiera irme para siempre”, “ya no sé qué hacer con la vida”, “ya no espero nada de la vida”.
Éste último tiende a minimizarse. Uno de los mayores mitos es creer que verbalizar el deseo de suicidio es para llamar la atención. Según el sitio Prevención del Suicidio, se trata de expresar el sufrimiento o alguna incomodidad emocional que no saben cómo gestionar. Las amenazas de suicidio deben de tomarse en serio.
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En esta era de la inmediatez, pocos se resignan a que no hay camino fácil para el crecimiento personal. La terapia cognitivo conductual es altamente efectiva, pero requiere de un esfuerzo activo por parte del paciente.¿Cómo ayudar?
Araujo menciona que el primer paso para acercarse a los hijos es dejar de emitir juicios de sus actos. En lugar de ello, el acercamiento debe tener como objetivo brindar confianza y generar empatía para apoyarlos. Lo primordial es “crear un espacio seguro en el que puedan expresarse, decirnos realmente cómo se sienten y qué es lo que necesitan en ese momento”, resalta.
De esta manera, el siguiente paso es buscar ayuda, dirigirse con los profesionales e instituciones de salud mental.
Si está renuente, ¿qué hago?
Si la comunicación parental o el vínculo están fracturados, lo óptimo es agendar una cita con un profesional de la salud mental por propia cuenta. A pesar de que esta decisión no sea de los adolescentes, lo recomendable es involucrarlo en las decisiones sobre quien guiará su proceso.
Por ejemplo, es posible preguntarle si prefiere asistir con una mujer o un hombre, tomando en cuenta con quién le resultaría más fácil entablar comunicación.
¿Sólo mi hijo necesita terapia?
“El niño que presenta estas situaciones de salud mental es el reflejo de un sistema familiar que se puede encontrar afectado”, comenta Marcela. “Lo recomendable es que no nada más el niño o el adolescente sea quien recibe un tratamiento, sino que toda la familia trabaje en terapia”.
Durante terapia es necesario tener presentes las siguientes cuestiones:
- ¿Cómo me ayudo yo?
- ¿Cómo puedo ayudar a mi hijo?
- ¿De qué forma le puedo hablar para mejorar nuestra comunicación?
- ¿Qué acciones puedo tomar para lo que conlleva el tratamiento?
- De acuerdo a las conductas que él va a estar tomando, ¿cómo voy a reaccionar?
- ¿Cómo moderar mis enojos?
- ¿Cómo gestionar mis emociones y cómo canalizarlas?
La coordinadora resaltó la importancia de visibilizar el tema e hizo un llamado a los profesionales de la salud para tomar acción y reducir las cifras a través de la sensibilización de la población lagunera.
Compromiso con la prevención
Como parte de los esfuerzos de la Universidad Autónoma de Durango campus Gómez Palacio para la prevención del suicidio durante el mes amarillo, el 27 de septiembre se llevó a cabo el foro “Consumo de sustancias y conductas suicidas” dentro de sus instalaciones.
Se contó con la participación de la psicóloga, suicidóloga y tanatóloga, Judith Varela Rios, el psicoterapeuta Alejandro Salas Aguilera y el médico psiquiatra José Luis Aguilar Castrellón.
Es el primer foro para la prevención del suicidio en UAD, cuya organización fue coordinada por la especialista Marcela Araujo. En él, participaron alrededor de 400 estudiantes de manera online y presencial, simultáneamente.
La especialista menciona que la idea de ponerlo en marcha nació a partir de la preocupación por las evaluaciones de salud mental de estudiantes dentro la institución debido a que se han detectado casos de depresión, ansiedad y consumo de sustancias. El objetivo es canalizarlos con especialistas para su tratamiento adecuado.