Autoplacer en la vejez
A menudo, se suele asociar la sexualidad con la juventud y la vitalidad, dejando de lado la realidad de que el deseo y el placer pueden persistir a lo largo de toda la vida, incluso en la vejez.
La sexualidad y el erotismo son aspectos importantes de la experiencia humana y la masturbación en la vejez no es una excepción, sino más bien una expresión natural de la sexualidad humana.
Algo natural
Primeramente, es importante reconocer que el envejecimiento no conlleva necesariamente una disminución del deseo sexual. Si bien es cierto que pueden existir cambios físicos y hormonales que afecten la libido, también es verdad que muchas personas mayores continúan sintiendo un fuerte impulso erótico y disfrutan de una vida sexual activa. La masturbación se presenta entonces como una forma de satisfacer esas necesidades y deseos, permitiendo explorar el propio cuerpo y experimentar placer de manera individual.
Además, en la vejez, la masturbación puede tener beneficios tanto físicos como psicológicos. Desde el punto de vista físico, puede ayudar a mantener la salud sexual al promover la circulación sanguínea en los órganos genitales, lo cual puede ser especialmente beneficioso en una etapa de la vida en la que pueden surgir problemas de disfunción eréctil o lubricación vaginal. Asimismo, la liberación de endorfinas durante el orgasmo puede tener un efecto analgésico, aliviando dolores crónicos y mejorando el bienestar general.
Más allá de lo físico
Desde una perspectiva psicológica, la masturbación en la vejez puede ser una forma de autoexploración y autoaceptación. a medida que envejecemos, es común que surjan preocupaciones sobre el propio cuerpo y la imagen corporal, especialmente en una sociedad que centra la atención en la juventud y la belleza.
En ese sentido, la masturbación permite reconectar con el propio cuerpo, aprender a apreciarlo en todas sus etapas y sentirse cómodo con él. Además, puede ser una herramienta valiosa para mantener una buena salud mental al reducir el estrés, aliviar la ansiedad y promover el bienestar emocional.
Es importante señalar que, aunque la masturbación en la vejez es perfectamente natural y saludable, aún existen tabúes y estigmas sociales que rodean el tema. La sociedad tiende a invisibilizar la sexualidad de las personas mayores, asumiendo erróneamente que el deseo sexual desaparece con la edad. Esto puede llevar a que muchos adultos mayores se sientan avergonzados o culpables por expresar su sexualidad, incluso de manera privada a través de la masturbación. Es importante trabajar para romper estos tabúes y promover una visión más inclusiva y respetuosa de la sexualidad en todas las etapas de la vida.
