¿Cómo afectan los problemas renales en el embarazo?

Durante el embarazo, las enfermedades renales pueden ser especialmente preocupantes debido al binomio que representa la salud tanto de la madre como del bebé.

Aunque el embarazo en sí mismo no las causa, puede ser un factor desencadenante para algunas afecciones secundarias que afectan a los riñones, como la preeclampsia o el síndrome antifosfolípido.

Estas afecciones pueden afectar uno o ambos riñones y pueden presentarse en cualquier etapa de la vida, unas en edades tempranas y otras en edades avanzadas.

Las enfermedades renales, según el nefrólogo Hugo González Cárdenas, pueden ser desencadenadas por una variedad de factores externos a los riñones, como enfermedades inmunológicas, infecciones, problemas cardíacos, cirugías, traumas o infecciones.

Es importante lograr identificar alguna enfermedad renal en las embarazadas y es posible gracias a estudios de laboratorio.

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“En este caso, el principal factor es saber o conocer la fisiología normal de los riñones durante el embarazo. Una paciente embarazada no tiene los mismos valores de laboratorio que una persona sana sin embarazo.

"En el caso de las mujeres, nosotros vemos el funcionamiento de los riñones o el filtrado de los riñones con un estudio que se llama Creatinina, en donde lo normal es de 0.8 a 1.2 en personas sanas, pero en una embarazada debe ser igual o menor a 0.6.

“Una paciente que está embarazada, cuando esa creatina se eleva a 1, que sería lo normal para alguien sano, en ella ya no sería normal, entonces identificar esos detalles en los cambios de la fisiología renal es el primer dato y la otra, pues es la hinchazón o el edema”, explica el nefrólogo.

A finales del embarazo, las mujeres embarazadas generalmente tienden a tener hinchazón en las piernas por el aumento del volumen o el peso de su útero.

Cuando hay una enfermedad renal, esta hinchazón además se acompaña de alteraciones en la orina y puede haber incluso sangrado. Cuando esto pasa, es un foco de alerta de un problema en los riñones.

Tratamientos

“Una vez que se identifica una enfermedad renal, lo principal es mantener la salud del binomio. Es muy complicado dar tratamiento mientras la mujer está embarazada porque la mayor parte de los tratamientos van a afectar al bebé.

“En este caso, lo primero es quitar todos los medicamentos que ella pudiera estar tomando que pueden llegar a afectar al riñón.

"La otra es ver en qué etapa del embarazo está. Si ella está en una etapa muy temprana de primer trimestre, puede hacerse un diagnóstico más certero mediante una biopsia de sus riñones cuando el embarazo es muy temprano. 

"Ya cuando el embarazo pasa de la semana 20, ya es muy complicado hacer una biopsia de sus riñones por el riesgo que existe mientras esté embarazada”, explica González Cárdenas.

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Asimismo, el doctor enfatiza en la necesidad de priorizar la salud del binomio madre-hijo. 

Durante el embarazo, se deben evitar los medicamentos que puedan afectar al riñón y, en caso de complicaciones, se debe mantener un monitoreo constante para evitar un deterioro mayor de la función renal. 

Después del parto, se pueden utilizar una variedad de medicamentos específicos según el diagnóstico de la paciente.

Control prenatal necesario

González Cárdenas finaliza con un llamado a las mujeres embarazadas a que asistan puntualmente a sus citas de control prenatal y se sometan a los estudios de laboratorio recomendados para garantizar una detección temprana de cualquier anomalía.

La detección precoz, asegura el especialista, es importante para prevenir complicaciones graves tanto para la madre como para el bebé durante y después del embarazo.