¿Cómo combatir la ansiedad y depresión? Según especialista

La ansiedad y la depresión son problemas muy frecuentes en la actualidad, que producen terribles sufrimientos en las personas que padecen sus síntomas, esto se debe a que están sumamente ligadas a dos de las emociones más terribles que puede experimentar un ser humano: el miedo y la tristeza respectivamente.

Es importante mencionar que tanto la ansiedad como la depresión no son enfermedades físicas, sino un conjunto de virus psicológicos que se crearon a partir de experiencias desagradables donde se presentaron sufrimiento de forma directa o a través de un tercero.

Posteriormente, para continuar viviendo en la psique de la persona estos virus hacen uso de sus pensamientos, emociones y acciones haciéndolas caer aún más en estados de miedo, desesperación, preocupación, angustia y paralización en el caso de la ansiedad.

En la depresión los estados más frecuentes que experimenta la persona son los relacionados a la desvalorización, desánimo, desmerecimiento, abandono y soledad.

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¿Cómo se ven?

Las manifestaciones de los síntomas se hacen presentes,  generalmente, en experiencias semejantes a las que detonaron la formación de estos parásitos mentales.

Por ejemplo, si una persona estuvo ante una experiencia de abandono que le causó sufrimiento, en futuros escenarios similares, los síntomas de la ansiedad podrían manifestarse, provocados por el virus psicológico del abandono. 

Lo mismo sería en el caso de la depresión, si una persona presenció angustia y tristeza que le provocó a su madre o padre la partida de un ser querido, es muy probable que los síntomas de la depresión se le manifiesten en circunstancias donde la muerte de un ser querido pueda estar latente.

Es decir, los virus provocan los síntomas en situaciones semejantes a las que los formaron, de tal manera que la manera de poderlos erradicar se basa en tratamientos psicológicos mediante especialistas experimentados, esto debido a que los virus no son físicos, sino psicológicos.

¿Qué hacer?

Es importante reconocer que en muchos casos lo tradicional para combatir estos males es el tratamiento controlado de ingesta de medicamentos, que pueda colaborar en gran medida con la aminoración o disminución en la intensidad de los síntomas.

Sin embargo es relevante comprender que la opción alternativa es utilizar técnicas y recursos psicológicos que combatirán al virus de raíz, lo cual permitirá a la persona liberarse de forma natural en su totalidad de los síntomas y efectos negativos causados.

A lo largo de mucho tiempo, la medicina tradicional centraba sus esfuerzos en encontrar sustancias que permitieran a la persona combatir eficazmente los síntomas causados por la ansiedad y la depresión.

Se llegaron a sugerir y promover métodos de relajación y meditación para llevar al paciente a un estado de paz y tranquilidad momentánea, lo cual ayuda en gran medida a estabilizar a la persona, sin embargo, no logran eliminar la presencia de estos virus en el interior de la persona.

Por tales motivos, en algunos casos ni la ingesta de medicamentos ni los métodos de relajación surtían el efecto favorable que se deseaba, debido a que los virus continuaban presentes.

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Cada vez que la persona continúa experimentando situaciones similares de sufrimiento, los virus se siguen desarrollando, fortaleciéndose a tal grado que, prácticamente toman posesión de la persona y de su voluntad, por ello en muchos casos las crisis de ansiedad se vuelven incontrolables o se generan finales trágicos en los casos de depresión profunda.

Hoy en día, utilizar técnicas psicológicas, basadas en la comprensión intelectual, emocional y motriz del ser humano es lo que permite al paciente erradicar por completo los efectos negativos causados por lo virus terribles formadores de la ansiedad y la depresión.

Además, capacita al individuo a seguir combatiendo cualquier otro virus psicológico que pudiera haberse alojado en la psique de la persona.

Es importante solicitar la asistencia de algún especialista experimentado en el uso de estas técnicas que le permitan al paciente lograr resultados favorables al concluir cada intervención.