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Algunas veces, las personas cuando cumplen una meta escolar, laboral o en su vida personal, piensan que el motivo de su éxito, es por simple "suerte" o gracias a la ayuda de terceras personas, en lugar de reconocer su propio esfuerzo o habilidades, sin embargo, esta creencia es una condición específica, de características cognitivo-conductual, popularmente llamada síndrome del impostor y a continuación te diremos de qué trata.
De acuerdo con la UNAM más del 70% de la población mundial ha experimentado el síndrome del impostor en algún momento de su vida, esta condición se caracteriza porque uno de los miedos más grandes de quien lo padece, es que los descubran como "fraudes", experimentando una especie de remordimiento al conseguir algún logro.
Según Laura Barrientos, de la Facultad de Medicina de la UNAM, este fenómeno psicológico se debe a una creencia irracional que no le permite al sujeto tener confianza en sí mismo a pesar de tener reconocimiento social y objetos que avalen sus logros como diplomas o trofeos.
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Una de las principales características de este síndrome es la falta de confianza, acompañada de inseguridad, tristeza y depresión.
La incapacidad de reconocer los propios logros, muchas veces se confunde con humildad o tratar de mantener un bajo perfil.
El sentirse insuficiente, ante un logro, también va acompañado de experimentar nerviosismo o ansiedad paralizante con la creencia de que se pudo haber hecho mejor.
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Este síndrome es más común entre personas con problemas afectivos como depresión, ansiedad, déficit de atención, la experta recomendó tratar el padecimiento bajo la supervisión de terapia psicológica o si persiste, buscar la ayuda de un psiquiatra.
Se sabe que destacadas figuras han padecido del síndrome del impostor como Michelle Obama (política), Emma Watson (actriz) y Neil Armstrong (astronauta); estos ejemplos sugieren un amplio contraste en las ramas en las que se desarrollan, abriendo un gran margen en las características de las personas que lo pueden sufrir.