El descanso en la salud mental
La carga laboral, las responsabilidades familiares y las presiones sociales parecen no tener fin en la vida diaria, por lo que el descanso se muestra como una actividad imprescindible para preservar la salud mental.
La importancia de desconectarse y permitirse momentos de pausa se vuelven importantes para mantener el equilibrio emocional.
“El descanso es relevante para complementar nuestra salud, desde la física hasta la emocional. Si nos alteramos en algún sentido, nuestro cuerpo necesita un sueño reparador y éste se vería reflejado en nuestro estado de ánimo”, asegura Jorge García, gerente general de Super Colchones.
La fatiga mental es un fenómeno cada vez más común en nuestra sociedad. El estrés crónico puede desencadenar una serie de problemas de salud mental, como la ansiedad y la depresión. El descanso adecuado, ya sea a través del sueño reparador o de actividades relajantes, se convierte en una herramienta vital para contrarrestar estos efectos negativos. Numerosos estudios científicos respaldan la relación directa entre el descanso adecuado y la mejora del bienestar emocional.
“Al no descansar no pensamos bien o no accionamos de la mejor manera en lo que hacemos cotidianamente”, menciona García, quien también habla de la importancia de realizar algunas recomendaciones para obtener un descanso pleno, como dormir de seis a ocho horas diarias, sobre todo en un colchón que brinde al cuerpo lo necesario para descansar.
“En Super colchones hay una gran variedad de colchones que podemos recomendarles, que tienen tecnología de punta, como el memory foam, resortes ortopédicos y lo que se requiera para las necesidades de cada persona”, comparte Jorge García.
La falta de sueño y el no tener un descanso reparador, afecta negativamente la capacidad de concentración, la toma de decisiones y la gestión del estrés. Priorizar un tiempo suficiente para el descanso nocturno no sólo beneficia la salud mental a corto plazo, sino que también contribuye a prevenir trastornos más graves a largo plazo.
La cultura actual, que valora la productividad y la constante actividad, puede llevar a minimizar la relevancia del descanso en la salud mental. Sin embargo, ignorar esta necesidad básica puede tener consecuencias perjudiciales a largo plazo.