La infusión que tiene un efecto antialérgico

El té de rooibos, reconocido por su atractivo color rojizo y su sabor suave y ligeramente dulce, está captando la atención mundial debido a sus numerosos beneficios para la salud, entre ellos, su efecto antialérgico.

Originario principalmente de Sudáfrica, el rooibos, científicamente conocido como Aspalathus linearis, es un arbusto que ha sido utilizado tradicionalmente por los pueblos nativos de la región, como los Khoi y San, quienes lo consideraban tan esencial como la leche materna.

A diferencia de lo que comúnmente se cree, el rooibos no se clasifica como té, ya que no proviene de la planta Camellia sinensis, base de las diversas variedades de té. Sin embargo, sus propiedades beneficiosas para la salud son notables, y su consumo ha ganado popularidad en todo el mundo.

Uno de los beneficios más destacados del rooibos es su efecto antialérgico, atribuido a la presencia de quercetina, un compuesto con propiedades antihistamínicas naturales, según explicó Mary Kramer, cofundadora de Teeson Tea. La quercetina ayuda a combatir las reacciones alérgicas, tanto respiratorias como cutáneas, y puede ser especialmente útil en casos de asma y alergias.

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Además de sus beneficios, disminuye la percepción de amargor

Preparar una infusión de rooibos es una forma sencilla y efectiva de disfrutar de sus beneficios. Simplemente hirviendo agua y añadiendo una cucharadita de rooibos por cada taza de agua caliente, dejando reposar la infusión durante unos minutos antes de colarla y servirla. Esta infusión puede consumirse caliente o fría, endulzada con miel o azúcar según el gusto, o incluso con un toque de leche o limón para variar su sabor.

Además de su efecto antialérgico, el rooibos ofrece una amplia gama de beneficios para la salud, incluyendo protección celular, cuidado de la piel, protección digestiva, rehidratación post-ejercicio, fortalecimiento óseo y dental, efecto relajante y cuidado vascular, gracias a su contenido en antioxidantes, vitaminas, minerales y flavonoides.