Resignificar la sexualidad

La sexualidad es un tema que, en determinados contextos, es tabú. Esto puede llevar a que un individuo no alcance su plenitud o su realización como persona. De ahí que se deban repensar algunos aspectos relacionados a la sexualidad, a fin de que se pueda vivir de manera completa y siempre responsable.

Alejandro Salas Aguilera, psicoterapeuta especializado en terapia familiar y de pareja, considera que lo primero que se debe hacer es reivindicar el derecho al placer, siempre desde la madurez y el respeto a uno mismo y a los demás.

“Se trata de aprender a vivir sin culpa, si miedo, sin limitaciones, pero con un marco ético, sin trasgredir al otro. Todo esto, siendo ya mayor, sin importar la edad y la condición de la persona”, dice.

También hace un llamado a ver de manera más amplia la sexualidad, no sólo como una actividad genital, sino que está relacionado “a cada momento, como una caricia, un paisaje, un sabor”, además de que tiene beneficios para el cuerpo.

Algunos consejos

La primera es dejar los dispositivos y redes sociales, para darse la oportunidad de estar en un espacio más íntimo con las personas, ya que considera que esto puede afectar el desarrollo de una buena comunicación cuando se comparte el tiempo con una persona.

Moderar las expectativas: pasa que hay jóvenes, aunque no son los únicos, que suelen imaginar que la sexualidad es algo diferente, y cuando se encuentran con la realidad sienten desilusión. No es raro que el placer se descubra con el tiempo.

La Gaceta UNAM aporta otro punto: la comunicación sexual asertiva. En su artículo “Comunicación sexual asertiva, benéfica para las parejas”, la definen como “un proceso de intercambio de ideas y opiniones entre dos personas, pero debe hacerse de forma directa, honesta, apropiada y respetando los derechos de quienes se comunican”. Esto permite “facilitar el proceso de negociación” en diferentes aspectos, que van desde lo que gusta o no, marcar límites o los métodos de protección que se quieren o no usar.

Tener mesura, respetar opiniones

La sexualidad es algo inherente a los seres humanos, más allá de que en ocasiones no sea sencillo abordarla por el espacio o la edad de los interlocutores. Incluso, existe la creencia de que hablarlo con jóvenes es una manera de incentivar a que tengan relaciones sexuales. Pero el especialista considera que sucede lo contrario, pues conocer todas las implicaciones, siempre que parta de información científica, suele retrasar el inicio de la vida sexual.

Entonces, ¿cuándo es adecuado hablar con los niños o jóvenes sobre sexualidad? El especialista considera que esto debe hacerse conforme a las preguntas que hacen los niños, meditando si es necesario dar mayor información de la solicitada o no.

“Es muy importante también ser sincero con uno mismo y reconocer cuánto sabemos al respecto de ciertos temas. Así, cuando sea necesario, podemos acudir a un especialista para asesorarnos”, explica el profesional.

De igual modo, ve que existen diferentes puntos de vista sobre lo que otros padres opinan al respecto cuando este tipo de temas van a abordarse desde las aulas.

En este sentido, es conocida la discusión generada por los más recientes libros de texto. Salas ve necesaria la comprensión, viendo al mismo tiempo la necesidad de sensibilizar sin imponer el propio punto de vista.

Con adolescentes, en cambio, considera que se debe ser muy cuidadoso con el lenguaje que se utiliza, puesto que para algunos lo prohibido es atractivo.

“Se requiere apertura, naturalidad, y de nuevo saber cuánto conocemos sobre un tema. Porque la falta de conocimiento puede afectar el entendimiento. Los profesores también deben estar informados, al mismo tiempo de conocer los contextos de sus instituciones y las familias de sus estudiantes”.

Entre los temas que se deben abordar con ellos está la protección, tanto para evitar enfermedades o embarazos no deseados, la distinción entre realidad y ficción, el respeto por el otro y la práctica de la masturbación como algo saludable y normal, que no debe acarrear ningún sentimiento de culpa, sobre todo ante el exceso de información falsa que pulula en redes sociales.

“Siempre hay que tener en cuenta que la masturbación es una práctica segura. Al mismo tiempo es la mejor manera de descubrir aquello que nos gusta y cómo se puede llegar a esa experiencia cumbre, y saber si se quiere compartir o no, porque ambas decisiones son respetable”.

Es de todos

Alejandro Salas considera que no se debe considerar la sexualidad como algo que está solo ligado a una etapa, y que después desaparece, o que sólo determinadas personas la pueden disfrutar. Cada edad tiene sus peculiaridades, que pueden afrontarse como una manera de experimentarla.

“La sexualidad se lleva a cabo durante toda la vida, y en cada etapa puede experimentarse de manera diferente. Es necesario remarcar que va más allá de la genitalidad, y sólo termina cuando termina la vida. Eso sí, es importante conocer con qué facultades se cuentan, para mantener las expectativas sanas, porque a ciertas edades avanzas ya hay cosas que no se pueden hacer, como se hacen cuando estamos jóvenes. Pero esto es también una oportunidad, porque dejar de hacer lo que ya se hizo permite explorar otras nuevas maneras de vivir la sexualidad”.

Esto, considera, es importante remarcarlo para los adultos mayores y para las personas con discapacidad, que también son seres sexuales y tienen derecho a disfrutar de su sexualidad:

“También hay que ponerse a pensar de que si yo tengo ese goce, por qué otras personas no deberían tenerlo. Pero hay que entender que el cambio de paradigma es algo que se da gradualmente”.