En las narices grandes entran 7% menos partículas contaminantes que en las narices pequeñas, concluye un estudio. INGIMAGE
El tener una nariz muy grande, en comparación a las proporciones de las otras partes del rostro, es una característica que generalmente es aborrecida, particularmente por las mujeres, e incluso hay quien opta por modificarla, sin embargo, esta característica podría ser en realidad un beneficio.
Investigadores de la Universidad de Iowa decidieron hacer un experimento para analizar cómo funcionan las narices grandes y las narices pequeñas y cuál es mejor.
Fueron creadas dos narices artificiales, una casi el doble de grande que la otra y fueron expuestas a ambientes plagados de partículas contaminantes. El resultado fue sorprendente.
La nariz de mayor tamaño, detallan los investigadores, dejó pasar menos partículas contaminantes (siete por ciento menos) que la nariz pequeña, de modo que puede concluirse que una nariz grande actúa como una barrera contra los gérmenes.
^AC
