Del total de personas con diabetes se estima que casi 75 por ciento de ellos sufrirá alguna complicación, como insuficiencia renal, retinopatía o accidentes cardiovasculares. (ARCHIVO)
La presidenta de la Federación Mexicana de Diabetes, Claudia Durán González, pidió medidas de educación en torno a esa enfermedad, para evitar un alza en la cifra de mexicanos con ese padecimiento y un colapso financiero del sistema de salud por su atención.
En el marco de un convenio de colaboración con la Secretaría de Salud de Yucatán para la promoción de hábitos saludables entre pacientes diabéticos, dijo que se estima que 18 por ciento de los mexicanos padecen diabetes.
“Esa cifras es preocupante, pues va en aumento, además de que por cada paciente diagnosticado uno no lo está, así como el hecho de que muchos de los diagnósticos se dan de cinco a ocho años después de presentarse la enfermedad”, alertó.
Del total de personas con diabetes se estima que casi 75 por ciento de ellos sufrirá alguna complicación, como insuficiencia renal, retinopatía o accidentes cardiovasculares, señaló.
Según estudios internacionales, desde el momento del diagnóstico al que fallece el paciente, el costo de atención es de tres millones de pesos, si esto lo trasladamos a millones de mexicanos y se prevé que en 2030 el sistema financiero entrará en colapso, por ello debemos prevenir, indicó.
Al momento, expuso, la diabetes tipo II representa 95 por ciento del total de casos, pero hay preocupación porque esa enfermedad que antes se pensaba era sólo de adultos, ahora se presenta en niños y adolescentes, además de que la diabetes tipo I o infantil creció de dos a cuatro por ciento.
Hay casos de niños de 12 años que además de diabetes presentan hipertensión arterial, colesterol y triglicéridos altos, ello asociado a sobrepeso, pues se estima que 90 por ciento de las personas obesas o con sobrepeso es propenso a desarrollar diabetes.
El esfuerzo, planteó, debe ser a favor de enseñar a la población en general, aunque desde luego a los diabéticos en particular, herramientas que les permitan adoptar hábitos saludables mediante el ejercicio terapéutico, mejor alimentación y evitar el sedentarismo.
De lograr que los pacientes tomen esas medidas, es posible retrasar el desarrollo de la enfermedad, incluso en muchos casos romper con la cadena hereditaria para hijos y nietos.
