Ahora se espera poder aislar la molécula para replicarla en un laboratorio. (INTERNET)
Un nuevo estudio realizado en conjunto entre la Universidad de Cambridge y el Instituto de Biocomputación y Física de Sistemas Complejos de la Universidad de Zaragoza han descubierto que la escualamina, compuesto proveniente del hígado de algunos tiburones, puede impedir que las toxinas conocidas como cuerpos de Lewy, causantes del Parkinson, se fijen en el cerebro.
En el pasado, varios investigadores analizaron la razón por la que los tiburones son tan resistentes a las infecciones: un compuesto llamado ‘escualamina’. Ahora, estos científicos han concluido que la sustancia impide que se formen toxinas del Parkinson, además de que también reducen su peligrosidad.
En la actualidad este compuesto es utilizado para combatir infecciones, además de que también es usada en algunos tratamientos contra el cáncer. Fue así como los médicos se dieron cuenta que al administrar la escualamina para otros síntomas, los pacientes mejoraban.
Por ahora los científicos sólo han comprobado que la escualamina llega al cerebro, sin embargo, aún no saben cómo lo hace ni cómo combate los cuerpos de Lewy. El propósito a seguir para este equipo de especialistas es aislar la molécula que hace que esto suceda, para poder replicarla en un laboratorio.