Cómo afrontar la pérdida de amigos en la vejez
La soledad y tristeza que se vive en la vejez puede ser generada por el fallecimiento de amigos y personas cercanas.
Aunque estos eventos son inevitables y hasta esperados, no dejan de ser dolorosos y complejos para quienes los viven.
A medida que se envejece, es común que la frecuencia de estos adioses aumente debido a enfermedades y al desgaste natural de la vida. Enfrentar estas pérdidas puede ser complejo, pero es posible encontrar maneras de sobrellevar el dolor y seguir adelante con una vida significativa.
“La muerte de un ser querido ya es de por sí una vivencia difícil para todos los seres vivos. Nos cuesta aceptar la muerte como una parte más de la vida, aunque sepamos que todos vamos a terminar muriendo”, explica la psicóloga de cuidados paliativos, Montse Parejo.
El primer paso para afrontar el duelo en la vejez es reconocer la magnitud de la pérdida. Los amigos y compañeros de vida no sólo son personas queridas, sino también pilares de una red social que ha sido importante a lo largo de los años.
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Al cumplir estas características lo mejor es ir con el especialistaSu ausencia puede dejar un vacío considerable en la rutina diaria y en el corazón, pero es importante dejar sentirse y expresar ese dolor, ya que reprimir las emociones puede intensificar la sensación de soledad y tristeza.
“Para humanizar la experiencia del duelo, es bueno dejar que las personas lloren, incluso los adultos mayores. Nos aterra que las personas mayores lloren, cuando sabemos que llorar tiene un efecto beneficioso de liberación: relaja, desahoga y produce descanso y tranquilidad del espíritu”, comparte Parejo.
El proceso de duelo en la vejez no se diferencia mucho del de otras etapas de la vida, pero el contexto y las experiencias previas pueden influir en cómo se vive esta experiencia.
A menudo, las personas mayores tienen una mayor perspectiva de la vida y de la muerte, lo que puede ayudar a contextualizar el duelo, pero también puede acentuar el sentido de pérdida, dado que puede parecer que el círculo de amigos se va cerrando.
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Se ha vuelto cada vez más común en personas entre los 20 y 30 años con canasAceptar y atender el duelo
Una de las herramientas más útiles para manejar el duelo es buscar apoyo emocional. La interacción con otras personas es imprescindible para el bienestar mental y emocional.
Participar en grupos de apoyo para personas mayores puede proporcionar un espacio para compartir experiencias y sentimientos con quienes atraviesan situaciones similares. Estos grupos no sólo ofrecen apoyo emocional, sino también un sentido de pertenencia que puede servir de contención.
“La escucha activa puede ser la mejor terapia en medio del sufrimiento por la pérdida de un ser querido. Cuando se pierde a estas personas que tanto amamos son tantas las cosas que necesitamos narrar: lo que nos ha pasado, cómo nos dieron la noticia, cómo fueron sus últimos días, los últimos instantes de este ser en nuestras vidas. Es como si al narrarlo, nos ayudara a creerlo para poder así sacarlos de nuestra soledad y poder compartirlo con alguien”, explica la especialista.
La terapia individual o el asesoramiento psicológico pueden ser muy beneficiosos. Hablar con un profesional de la salud mental puede ofrecer estrategias para enfrentar el duelo y ayudad a procesar las emociones de manera saludable. La terapia puede proporcionar una perspectiva externa y objetiva que a menudo es difícil de alcanzar por uno mismo.
Además, añadir el mantener una rutina diaria que incluya actividades que generen satisfacción y sentido, encontrar hobbies, actividades recreativas y estar ocupado y comprometido con actividades que brindan alegría y propósito, puede ayudar a reducir el sentimiento de vacío que deja la pérdida de un amigo o un ser querido.