La mejor dieta para desintoxicar tu organismo en 7 días

Las toxinas ambientales, el estrés constante y los alimentos procesados asechan a la salud diariamente. En este punto surge la desintoxicación como una forma de preservarla. 

Purgar al organismo de sustancias nocivas promueve un equilibrio interno llamado homeostasis, el cual impacta de forma positiva en la vitalidad, energía y tratamiento de enfermedades.

Organismo intoxicado

La acumulación de toxinas puede dañar el funcionamiento de la circulación, los órganos y los sistemas, además, están asociadas a enfermedades cardiovasculares, problemas autoinmunes y trastornos metabólicos.

Por otra parte, el estrés oxidativo está vinculado al envejecimiento prematuro y a diversas enfermedades crónicas.

A la lista de daños se suma el impacto al sistema inmunológico. La intoxicación puede debilitar al organismo, causando una defensa pobre contra múltiples enfermedades y una mayor sensibilidad a alergias.

Debes saber que para desintoxicar tu cuerpo, darle un descanso a tu organismo y mejorar tu salud es esencial cambiar de hábitos alimenticios, sin embargo, recuerda consultar a un médico antes de cualquier modificación a tu dieta.

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La dieta para desintoxicar el organismo

El médico Oscar González, especialista en Medicina Interna y Gastroenterología por la Universidad Central de Venezuela, recomienda un plan de siete días para liberar la carga de los órganos y limpiar el cuerpo.

Como primera medida, recomienda realizarla durante un periodo en el que no se susciten eventos importantes puesto que algunas personas pueden sufrir de mareos, dolor de cabeza o problemas intestinales debido al cambio de alimentos y la modificación del metabolismo. 

Entre los alimentos que debes evitar se encuentran las carnes rojas, el alcohol, cigarros, productos lácteos, café, chocolates, bebidas energéticas y azucaradas. Así también deja de lado la fruta seca, dulces, pasteles, caramelos, azúcar, miel, edulcorantes artificiales y granos como el pan integral, pastas, arroz, pan blanco y bollería.

En su lugar, requerirás de una dieta baja en calorías, por lo que estos son los alimentos que puedes disfrutar:

• Frutas y verduras frescas
• Abundante agua 
• Pescado fresco o enlatado en agua o aceite de oliva
• Legumbres como frijoles y lentejas
• Huevos orgánicos
• Nueces, almendras y nueces de macadamia
• Aceite de coco
• Aceite de oliva extra virgen
• Semillas como chía, calabaza y girasol
• Té verde
• Carne magra o pollo sin piel

Con este régimen se debe consumir agua natural o de frutas. Para aderezar y sazonar se puede utilizar vinagretas y especias.

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¿Cómo hacer la dieta?

Antes de iniciar tu día, consume jugo de limón por la mañana para mejorar tu digestión y limpiar tu sistema. Prepáralo agregando la mitad de un limón a una taza de agua caliente y tómalo antes de desayunar.

Es fundamental optar por alimentos que puedan consumirse crudos para conservar lo mayor posible sus nutrientes y enzimas. Por ello, puedes optar por ensaladas donde incluyas los alimentos que se mencionaron anteriormente.

De ser posible, bebe tres litros de agua a lo largo del día para desintoxicar tus riñones y sistema linfático. Procura hacerlo de forma espaciada y sin atragantarte, ya que la hidratación es intracelular, esto quiere decir que luego de que ingresa el agua a tu organismo tarda en distribuirse, por lo que no es inmediata.

Mastica por lo menos 12 veces tu alimento para mejorar el proceso de digestión y hacerte sentir satisfecho más rápido.

Realiza varias comidas al día en cantidades pequeñas pero frecuentes, esto te brindará la energía necesaria para tus actividades diarias. El especialista recomienda de entre cinco a seis comidas al día repartidas en el siguiente horario:

Desayuno: 7:00 a.m. u 8:00 a.m.

Snack: 10:00 a.m.

Comida: 2:00 p.m. - 3:00 p.m.

Snack: 5:00 p.m. - 6:00 p.m.

Cena: 8:00 p.m. - 9:00 p.m.

Mientras se haga la dieta, es fundamental realizar por lo menos una hora de ejercicio diario que implique sudar como natación, spinning, trotar, senderismo, boxeo, entre otros. Esto con el fin de renovar los líquidos del cuerpo y purificar el organismo a través de la sudoración.