¿No lavas los plátanos? ¡Tienes que empezar a hacerlo!
Estamos seguros de que más de uno comete el siguiente error, pues parece inofensivo: no lavar los plátanos antes de consumirlos. Y es que cuando compramos frutas con cáscara creemos no importa su higiene porque la comestible está limpia.
Sin embargo, este mal hábito podría ocasionarte problemas de salud. Te explicamos qué pasa si no lavas tus plátanos.
¿Es necesario lavar los plátanos?
La respuesta corta es sí, pero tiene toda una explicación detrás. De acuerdo con el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, el plátano se tiene que lavar igual que todas las frutas que tengan una cáscara no comestible, como el aguacate, melón, sandia, naranjas o mandarinas.
Posiblemente te preguntes, ¿cuál es la necesidad? Este tipo de alimentos deben enjuagarse con agua, ya que su aroma atrae a los mosquitos de fruta, los cuales dejan pequeños huevecillos sobre las cáscaras.
Además, durante el proceso de traslado, muchas de las frutas entran en contacto con la tierra y podrían albergar bacterias.
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Estos pueden ser algunos efectos de este ingrediente.¿Qué pasa si comes frutas sin lavar?
Si consumes frutas sin lavar, al momento de manipularlas con las manos o cortarlas, podemos llevar las bacterias de la cáscara a la parte comestible del alimento. Ello podría traernos problemas de salud como diarrea, vómitos, náuseas, dolor de cabeza, dolor abdominal y fiebre (en casos extremos).
Vale la pena mencionar que lavar la fruta no solo remueve la suciedad y los microorganismos, también ayuda a eliminar residuos de pesticidas que pudieran esconderse en nuestros alimentos.
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Estudio revela efectos negativos en la salud¿Cómo se lavan los plátanos?
Para lavar los plátanos necesitas un poco de agua (o colocarlos bajo el chorro del fregadero) y frotar su superficie para eliminar las impurezas. Después, sécalos con una servilleta de papel.
En el resto de frutas con cáscara, basta lavarlas con agua fría y frotarlas con un cepillo para remover la mayor cantidad de residuos. Deja escurrir un poco y luego sécalas con un paño limpio.
Evita hacer uso del cloro o jabón, ya que algunas frutas tienen porosidad y pueden absorber los químicos de ambos productos. En su lugar, puedes hacer uso de los desinfectantes de fruta o vinagre blanco con agua.