La alimentación: un escudo contra el frío para la piel

Llega la temporada invernal y con el descenso de las temperaturas, los pequeños “gustitos”, como el café con pan, suelen ser un antojo común. Y aunque estamos acostumbrados a verlo como algo normal, lo cierto es que, en cuestiones nutricionales, estos snacks para el frío no aportan nada benéfico.

Para la nutrióloga Jazmin Delgado, este comportamiento es derivado de una predisposición por costumbre, más allá de un hábito. “Los seres humanos somos más propensos a adoptar una costumbre que un hábito, porque si mi abuelita se tomaba un café con pan porque tenía frío, pues yo estoy acostumbrada hacerlo también", ejemplifica.

"Es necesario establecer el hábito consciente de la sana alimentación, sobre todo en el invierno, pues es la temporada ideal para bajar de peso ya que el cuerpo tiene un gasto mayor de calorías al tratar de mantenerse caliente. Hay que recordar que por eso se dice que los cuerpos de verano, se construyen en invierno”, añade.

La importancia de ajustar la alimentación en el invierno, radica en reforzar el sistema inmune al elegir alimentos ricos en vitaminas y minerales, que además de hacer que la piel luzca radiante, ayudará a mantener un peso saludable.

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El ejercicio es otra parte importante, y se recomienda acudir al gimnasio o por lo menos hacer entre 20 y 30 minutos de caminata rápida.

«Asistir al GYM te ayuda además a vaciar toda la carga de estrés laboral, pero en caso de no tener tiempo suficiente, una caminata alrededor de la manzana donde vives o en alguna plaza o parque con auriculares será suficiente. 

Yo recomiendo la caminata, porque correr implica un impacto negativo en los músculos de las mejillas, incluso a mis pacientes les digo que utilicen una faja en la cara, porque las llamadas “líneas de marioneta” aparecerán más rápido en el rostro de los corredores».

¿Cómo afecta el frío a la piel?

Entre las afectaciones que el frío provoca en la piel y el cuerpo, destaca la resequedad, enrojecimiento, inflamación, deshidratación, menor oxigenación y la obtención de menos nutrientes.

Para contrarrestar estos efectos adversos, se recomienda consumir:

• Omega 3, que ayuda a la hidratación de la piel.
• Vitamina D, debido a la reducción a la exposición del sol.
• Vitamina B, niacinamida, que protege y repara la piel, además mantiene la barrera cutánea y evita la pérdida de humedad, se encuentra en muchos alimentos, incluidos la carne, el pescado, la leche, los huevos, las verduras y los cereales.
• Vitamina A, el retinol, protege a la piel del frío, evitando grietas en labios.
• Vitamina C, que refuerza el sistema inmune contra enfermedades de temporada y puede encontrarse en la piña, naranja, limón y otros cítricos.
• Zinc y Selenio, que pueden encontrarse en el huevo, ayudan a evitar infecciones.
• Probióticos, para el correcto balance de la flora intestinal.

Además se recomienda una hidratación completa, tomando al menos dos litros de agua y si se trata de combatir el frío, elegir bebidas calientes como tés e infusiones.

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El complemento de la belleza: la cosmetología

Además de su profesión, Jazmin ofrece gran variedad de opciones para que cualquier persona que así lo desee, alcance su mejor versión.

«Yo aquí te aumento las pompis, te reafirmo cualquier parte del cuerpo como rostro, espalda y abdomen. Cuento con la mejor tecnología para quemar la grasa. Trabajo entrepiernas y quito la celulitis, cuento con un aparato al que le llamo “liposucción sin bisturí”, pues te “abraza” y hace cintura, además de quemar la grasa ayuda a moldear».

“Masajes no utilizo, pues no los considero funcionales ni necesarios. Siempre les digo a mis pacientes que agarren harina y agua y empiecen a amasar, que lo hagan hasta que se cansen. La masa quedará igual, aguada y fofa. Prefiero los aparatos de tratamiento con calor, considero que funciona mucho mejor en la eliminación de la grasa”.

Mediante radiofrecuencia, se eleva la temperatura corporal hasta 45º, haciendo que el metabolismo abra las linfas y se eliminen los residuos mediante orina, heces y sudor. “Puede sonar peligroso, pero no lo es. En realidad es un procedimiento seguro e indoloro, me gusta decirle el microondas humano”.