¿Cómo prevenir el suicidio en adultos mayores?
Aunque la tasa de suicidios para las mujeres generalmente disminuye en la edad avanzada, los hombres mayores de 65 años mueren por suicidio a un ritmo siete veces mayor que la mujer de la tercera edad, según cifras de la OMS.
A medida que las personas envejecen, enfrentan una serie de cambios y adversidades que pueden afectar su salud mental y emocional. Desde la pérdida de seres queridos hasta problemas de salud crónicos, estas experiencias pueden contribuir a un sentimiento de desesperanza y vulnerabilidad.
A continuación, exploraremos diferentes puntos a tomar en cuenta, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, sobre factores que aumentan el riesgo de suicidio en esta población, prevenciones y soluciones, para proporcionar un panorama más claro sobre las circunstancias que demandan atención y apoyo.
Factores que aumentan el riesgo de suicidio
Entre los factores que incrementan el riesgo se encuentra la depresión o trastornos del sueño crónicos, como insomnio, el dolor crónico, una enfermedad, estrés financiero o el uso indebido de alcohol o medicamentos.
La sensación de vulnerabilidad o dependencia de otras personas para sobrevivir también aparece como factor potencial. Creer que es una carga para amigos o familiares aumenta el riesgo.
Los cambios abruptos como mudarse de casa, la soledad, el maltrato físico o un abuso sexual pueden aquejar a la persona y fortalecer los pensamientos suicidas.
TAMBIÉN LEE Suicidio en menores, ¿cómo reconocer las señales?
En el mundo, cada 40 segundos se suicida una persona, UNAMLas fechas también importan. La muerte de una persona cercana o el aniversario de su muerte suele ser un periodo de gran tristeza.
Incluso, es posible que los pensamientos suicidas aparezcan como resultado de la impulsividad en el contexto del deterioro cognitivo.
Es fundamental reconocer y abordar estos factores de riesgo para poder ofrecer un apoyo adecuado y oportuno a los adultos mayores, promoviendo así un entorno en el que se sientan valorados y respaldados.
La intervención temprana y la sensibilización sobre la salud mental son esenciales para reducir la incidencia del suicidio en este grupo vulnerable y fomentar una vida digna y significativa en la tercera edad.
¿Cuáles son los signos de alerta?
Es frecuente que una persona mayor mencione la muerte y el proceso de morir, especialmente si se lidia con una enfermedad que la debilita. Esto puede dificultar la identificación de cuándo están considerando el suicidio. Conoce algunos indicadores a los que hay que prestar atención:
- La persona habla sobre un plan para suicidarse o decide repentinamente hacer un testamento.
- Expresa que no encuentra razones para seguir viviendo.
- Tiene la creencia de que su familia estaría mejor sin ella, ya que no tendrían que cuidarla.
- Hace uso de drogas o alcohol, descuida la toma de sus medicamentos recetados o consume más de lo indicado.
- Muestra desinterés por socializar o por actividades que anteriormente disfrutaba.
- Experimenta cambios en su peso, ya sea aumento o pérdida, y presenta menos energía de lo habitual.
- Tiene dificultades para dormir o pasa excesivo tiempo durmiendo.
- Comienza a regalar o deshacerse de sus pertenencias.
TAMBIÉN LEE ¿Por qué la gente se encoge al envejecer? Harvard lo explica
Los hombres pueden perder hasta cinco centímetros de altura mientras que las mujeres hasta ocho¿Qué puedo hacer si noto estos signos de alerta?
En caso de detectar señales de alerta de suicidio en una persona mayor, es recomendable tomarse el tiempo para tener conversaciones afectuosas y sin prejuicios, estas son algunas recomendaciones que se pueden llevar a cabo para la prevención de suicidio en el adulto mayor:
- Dialogar con la persona de manera afectuosa y sin prejuicios.
- Fomentar la búsqueda de ayuda para tratar el consumo de sustancias.
- Facilitar la conexión con otros a través de actividades comunitarias.
- Realizar actividades físicas conjuntas.
- Mantener un contacto frecuente a través de llamadas, visitas o tarjetas.
- Prestar atención especial después de una pérdida.
- Proporcionar equipo para mejorar la comodidad y movilidad.
- Incentivar la continuación del tratamiento médico y psicoterapia.
Al seguir estas recomendaciones, se puede brindar apoyo y protección a aquellos que lo necesitan, mejorando su calidad de vida y reduciendo el riesgo de suicidio. La colaboración y el compromiso de la sociedad son fundamentales para prevenir este tipo de comportamientos y promover un envejecimiento saludable.