¿Cómo tener una digestión saludable?
A medida que se envejece, el sistema digestivo experimenta una serie de cambios que pueden afectar la manera en que procesa los alimentos.
Algunas de las modificaciones que pueden dificultar la digestión es la disminución de la producción de ácido estomacal, la reducción en la motilidad intestinal y la alteración en la absorción de nutrientes. Sin embargo, es posible que se puedan adoptar ciertos hábitos que mejoren significativamente la salud digestiva y calidad de vida en los adultos mayores.
Este trabajo puede volverse más complicado con la edad, pero existen varias estrategias y hábitos que se pueden realizar para optimizar la digestión y mantener el bienestar gastrointestinal en esa etapa de la vida.
Cuidar la alimentación
Tener una dieta equilibrada y rica en fibra puede facilitar el tránsito intestinal y prevenir problemas como el estreñimiento.
A medida que se envejece, el tránsito intestinal suele ralentizarse por la misma edad o por los padecimientos específicos de la persona. No obstante, los alimentos ricos en fibra como frutas, verduras, granos enteros y legumbres ayudan a mantener las heces suaves y a promover movimientos intestinales regulares.
Es recomendable incorporar fibra de manera gradual y asegurar una adecuada ingesta de líquidos, ya que un aumento abrupto en la fibra puede causar molestias digestivas.
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Cualquier cambio en la alimentación debe someterse a aprobación por un médicoProteínas para el cuerpo
Optar por fuentes de proteínas magras ayuda a la reparación y el mantenimiento del cuerpo, que ayudan a la buena digestión. Estas macromoléculas, tan importantes para el ser humano, se pueden encontrar en alimentos como pescado, pollo y legumbres, que ayudan a reducir la carga en el sistema digestivo.
Además, consumir pequeñas porciones de alimentos proteicos a lo largo del día en lugar de grandes comidas, puede facilitar la digestión.
Hidratación, más que importante
Además de evitar la deshidratación, el agua ayuda a disolver los nutrientes y facilita el tránsito de los alimentos a través del tracto digestivo. En una adultez más avanzada, las personas tienen que asegurarse de beber suficiente agua durante el día y evitar el consumo excesivo de bebidas con cafeína o alcohol, que pueden deshidratar el cuerpo y afectar la digestión.
El cuidado de la masticación
Comer lentamente y masticar bien los alimentos parece una recomendación simple, pero es muy efectiva. La digestión comienza en la boca con la masticación, que cumple con la función de descomponer los alimentos y mezclar las enzimas salivales. Esto, además de facilitar la digestión estomacal, permite una mejor absorción de nutrientes.
Uso de probióticos
La microbiota autóctona, y en particular la intestinal, juega un papel fundamental en el desarrollo y el funcionamiento óptimo de los sistemas homeostáticos, como el nervioso, el endocrino y el inmunitario, con los que mantiene una comunicación bidireccional. Por lo tanto, la microbiota intestinal es esencial para preservar la salud a lo largo de la vida, especialmente durante el envejecimiento, desde la edad adulta hasta la muerte.
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Una bebida emblemática con gran valor culinarioA medida que se envejece la microbiota cambia, perdiendo diversidad y predominando microorganismos que fomentan la inflamación y la oxidación, por lo que los probióticos y prebióticos pueden ser beneficiosos para la salud digestiva.
Los probióticos, presentes en alimentos como yogur y kéfir, ayudan a mantener un equilibrio saludable de bacterias en el intestino. Los prebióticos, que se encuentran en alimentos como plátanos, ajo y cebollas, promueven el crecimiento de estas bacterias beneficiosas. Incorporar estos alimentos en la dieta puede mejorar la función digestiva y fortalecer el sistema inmunológico.
Evitar el estrés
El estrés crónico puede afectar negativamente el sistema digestivo y causar problemas como indigestión, dolor abdominal y cambios en los hábitos intestinales. Especialistas recomiendan técnicas de relajación como la meditación, el yoga o simplemente dedicar tiempo a actividades placenteras que puedan ayudar a reducir el estrés y mejorar la digestión.
Activación física
Hacer estiramientos, Tai-chi, natación, ciclismo, jugar golf y bailar son algunas de las actividades que recomiendan durante la tercera edad. El ejercicio físico de manera regular contribuye, entre muchas cosas, a la buena digestión. Aunque no se necesita realizar ejercicios intensos, actividades moderadas como caminar o nadar pueden ser muy efectivas para mantener el sistema digestivo en buen estado.
El sedentarismo, a cualquier edad, resulta contraproducente para cualquier organismo.