¿Por qué la respiración ayuda a calmar la ansiedad?
En la actualidad, el mundo ha tomado mayor notoriedad acerca del impacto que tiene la mente sobre el cuerpo y su accionar en la vida cotidiana. La terapia ha tomado un rol central en la vida diaria y se ha creado una conciencia sobre esto. Por ello, a continuación haremos un repaso sobre cómo calmar la ansiedad a través de la respiración.
Muchas personas lidian con la ansiedad, una respuesta natural del cuerpo y la mente ante diversas situaciones de la vida, la cual, si se convierte en un problema persistente, entonces puede afectar el bienestar y la calidad de vida. La ansiedad, cuando es intensa, genera síntomas que van desde la irritabilidad y la dificultad para concentrarse hasta preocupaciones constantes y síntomas físicos, como un aumento del ritmo cardíaco y tensión muscular.
En este marco, es que este fenómeno ha llevado a la búsqueda de soluciones accesibles para manejarlo, siendo la respiración consciente una de las herramientas más efectivas y simples que ayudan a combatir los efectos negativos que tiene sobre el cuerpo.
La respiración consciente no solo ofrece una vía rápida y fácil de reducir el estrés, sino que también mejora la conexión con el presente y ayuda a regular el sistema nervioso. Técnicas como la respiración guiada con la mano, han demostrado ser efectivas y accesibles para personas de todas las edades, incluso para niños.
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Alimentos con antioxidantes beneficiosos para tu salud.Entendiendo la ansiedad y su relación con la respiración
La ansiedad es una respuesta innata, diseñada para enfrentarnos a situaciones de peligro. Sin embargo, cuando esta respuesta se vuelve frecuente y desproporcionada, entonces interfiere en la vida cotidiana, generando síntomas emocionales y físicos. Las personas que experimentan ansiedad suelen tener preocupaciones constantes sobre situaciones futuras, y estos pensamientos pueden derivar en síntomas físicos debido a la activación del sistema nervioso.
En este marco, aparece una de las características más comunes y difíciles de manejar en los cuadros de ansiedad, que son los pensamientos intrusivos: ideas involuntarias que aparecen de forma recurrente y que a menudo generan una fuerte respuesta emocional. Estos pensamientos pueden activar el sistema nervioso autónomo, incrementando síntomas como el aumento del ritmo cardíaco y la tensión muscular.
El sistema nervioso autónomo, encargado de regular funciones corporales involuntarias como el ritmo cardíaco y la respiración, juega un papel fundamental en la ansiedad. Ante situaciones de estrés, el sistema simpático se activa, aumentando la frecuencia cardíaca y la tensión muscular.
En este momento, es que la respiración profunda y consciente ayuda a activar el sistema nervioso parasimpático, que genera una respuesta para calmar la ansiedad. Al respirar de manera consciente, es posible reducir la velocidad del ritmo cardíaco y, con ello, disminuir los síntomas físicos de la ansiedad.
La relación entre la respiración y calma está respaldada por estudios que demuestran cómo la respiración profunda y prolongada puede reducir la liberación de cortisol, la hormona del estrés. A través de técnicas específicas, como la inhalación de dos segundos y la exhalación de cuatro, el cuerpo recibe señales de relajación, permitiendo un control más efectivo de la ansiedad en momentos de crisis.
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Disminuye las molestias articulares con estos consejos.Técnica de respiración guiada con la mano: Un Método Eficaz y Simple
El experto en desarrollo personal, Jordi Wu, propone una técnica de respiración guiada con la mano que permite calmar la ansiedad en solo dos minutos. Esta práctica es ideal para situaciones de estrés o nerviosismo, que podemos tener en la vida diaria, como cuando surge algún problema en el trabajo o en tu hogar.
La técnica que se sugiere consiste en coordinar la respiración con el movimiento de los dedos, aprovechando el poder del tacto y la concentración visual para mejorar la atención plena.
Para practicar desarrollar este método, se debe comenzar extendiendo una mano frente a uno mismo. Con el dedo de la otra mano, se recorre el contorno de cada dedo de la mano extendida, inhalando cuando el dedo sube y exhalando cuando baja. De esta manera, la respiración rítmica tiene un patrón de dos segundos de inhalación y cuatro de exhalación, asegurando que la exhalación sea más prolongada, lo cual induce una respuesta de relajación en el organismo.
Realizar esta práctica en tres ciclos completos ayuda a focalizar la mente en el movimiento, el tacto y la respiración, lo que maximiza sus beneficios. Al combinar la concentración táctil, visual y respiratoria, esta técnica se convierte en una herramienta poderosa para reducir la ansiedad rápidamente y sin necesidad de un ambiente específico, permitiendo su uso en cualquier momento y lugar.